Por fin ha llegado el invierno, que por mucho que nos quejemos del frío, es su momento.
En casa nos encantan las pechugas de pollo, pero suelen ser bastante secas.
En la receta de hoy vamos a rellenarlas de paté. Les da una jugosidad y un sabor diferente.
Además, acompañadas de una ensalada, unas patatas fritas o asadas, o como en mi caso, de unos champiñones, podemos tener una cena completa, y además con pocos ingredientes.
Necesitamos:
Unas pechugas de pollo fileteadas, beicon en lonchas, una terrina de paté ( yo he puesto de paté a la pimienta, pero nos sirve cualquiera), una cebolla y un diente de ajo, sal, pimienta, 1/2 litro de caldo de pollo y aceite.
Extendemos las pechugas salpimentadas, y colocamos encima una loncha de beicon partida por la mitad.
En el centro ponemos una cucharada de paté, enrollamos la pechuga y la cerramos ayudándonos de un palillo.
Doramos por ambos lados en aceite bien caliente, solo para sellarlas. Retiramos y reservamos.
En el mismo aceite ponemos la cebolla picada en juliana y el ajo. Ponemos un poco de sal para que la cebolla sude y suelte el agua y dejamos a fuego suave hasta que se quede dorada y melosa. Aproximadamente unos 15 minutos.
Colocamos en la tartera las pechugas, cubrimos con el caldo de pollo, y dejamos a fuego suave hasta que estén tiernas y la salsa haya reducido.
Como siempre os digo...probarlas, merece la pena.