El nombre de este tipo de salsas procede de la palabra "pestare" , que significa machacar en un mortero (y es como debería hacerse si nos ponemos puristas).
Con el patrón hierba aromática + fruto seco + queso curado, más lo que tu instinto te dé a entender, puedes encontrar un montón de variedades, aunque siempre hay que rendir homenaje al original pesto genovés (podéis ver la receta aquí) y a su variante siciliana, el pesto rosso (podéis ver la recta aquí).
Ingredientes
40 g de rúcula
40 g de avellanas
25 g de queso parmesano
2 dientes de ajo
media lima
sal
75 g de aceite de oliva
15 g de aceite con aroma de trufa
Preparación
Lavar y secar bien la rúcula.
Pelar los ajos y retirarles el germen central.
Trocear el queso parmesano.
En un procesador de alimentos colocar la rúcula, las avellanas (sin piel), el queso, los ajos, el zumo de lima, un poco de sal (no mucha, el parmesano ya lleva la suya) y la mitad del aceite. Triturar los ingredientes pero sin pasarse, hay que procurar que quede una textura gruesa, con trocitos.
Colocar en un bol y añadir el aceite de trufa (es opcional, para darle un plus de sabor). Mezclar e ir añadiendo poco a poco el resto del aceite, hasta obtener el punto que nos guste. Probar y rectificar de sal si es necesario. Lista para disfrutar!
Si la coméis con pasta o en un guiso, recordad que no se cocina al fuego, se añade al final para que conserve su frescura.
En caso de que os sobre se conserva bien unos días en la nevera.
En este "golpe" de El Asaltablogs un nuevo blog desmantelado, esta vez Sweet Cookies by Bea.