La receta de hoy es un poquito más elaborada, pero os aseguro que todo el tiempo que le hayáis dedicado merecerá (y mucho) la pena cuando le deis el primer corte.
Decenas de veces os he comentado que los ´pies´, las tartas de fruta y masa crujiente, son el postre favorito en mi casa. El clásico apple pie (con relleno de manzana, canela y poco más) es la tarta que elaboro cada año para celebrar el cumpleaños de mi madre. En este blog, tenéis ya unas cuantas recetas para preparar este y otros muchos (de cereza, de arándanos, de manzana y frutos rojos, con crumble de avellanas y chocolate...), por eso hoy voy un poquito más lejos con una elaboración cuyo relleno combina manzanas, peras y crumble (¡¡¡si es que amo los crumbles!!!), además de una masa extraordinaria, con el punto justo de dulzor y mega crujiente.
El corte es brutal. Irresistible. Cada porción está cargada de jugosa fruta ligeramente especiada con canela y nuez moscada. He dicho mucha fruta, sí. A tope de fruta. ¿Y no nos dicen que la fruta es sana? ¿Que tenemos que comer cinco raciones diarias de frutas y verduras? Pues aquí tenemos una buena porción ^_^ y un poquito menos de remordimientos cuando le hinquemos el diente.
Estoy segura de que en cuento terminéis de leer el post, os entrarán unas ganas irrefrenables de elaborarlo en vuestras casas. Espero que así sea, y que me comentéis qué os ha parecido y, si os animáis a elaborarlo, estaré encantada de recibir vuestras fotos. No me enrollo más, que hoy la lista de ingredientes es un poquito más extensa que otras veces. Os dejo con la recetuqui. ¡Espero que os guste! ;)
´Pie´ de manzana, pera y crumble de avena:INGREDIENTES (para un molde de 20-22cm)
- Para la masa:
400g de harina
80g de azúcar glas
200g de mantequilla, fría y cortada en dados
2 huevos L
un buen pellizco de sal
Leche, para pincelar la masa
Azúcar blanquilla, para espolvorear sobre la masa
- Para el relleno de fruta:
90g de azúcar blanquilla
25g de harina
1/4 de cucharadita de nuez moscada
1 cucharadita de canela
pizca de sal
2 peras, peladas y cortadas en láminas
2 manzanas pequeñas, cortadas en láminas (las mías eran unas Golden grandotas, así que le puse una y media)
1 cucharada de zumo de limón
40g de mantequilla, fría y cortada en daditos
- Para el crumble de avena:
60g de copos de avena
45g de azúcar moreno
1 cucharada de harina
30g de mantequilla fría, fría y cortada en dados
PREPARACIÓN
- Para la masa:
En un cuenco amplio, mezclamos la harina con el azúcar glas, la sal y la mantequilla. Mezclamos hasta obtener una masa similar a unas migas gruesas. Añadimos los huevos ligeramente batidos, y seguimos mezclando hasta obtener una masa homogénea. Formamos un bloque, lo filmamos y lo enfriamos en la nevera durante, mínimo, un par de horas (yo, toda la noche).
Una vez que tengamos la masa bien fría, la dividimos en dos. Una mitad la dejamos en la nevera y la otra la estiramos con la ayuda de un rodillo sobre una superficie ligeramente enharinada. Cubrimos con ella la base y las paredes de nuestro molde previamente engrasado, y reservamos dentro del frigorífico.
- Para el relleno de fruta y crumble de avena:
Precalentamos el horno a 190ºC.
En un bol grande, mezclamos el azúcar blanquilla, la harina y las especias. Añadimos la fruta laminada y el zumo de limón. Mezclamos bien.
Colocamos dentro del molde forrado con la mitad de la masa y repartimos los daditos de mantequilla (40g). Reservamos.
Por otra parte, en un pequeño bol, mezclamos la avena con el azúcar moreno y una cucharada de harina. Agregamos la mantequilla restante (30g) y mezclamos con las puntas de los dedos para obtener una masa de migas gruesas. Espolvoreamos sobre el relleno de manzana y pera.
- Finalización y horneado:
Extendemos la masa restante sobre una superficie ligeramente enharinada. Cortamos tiras de un centímetro y medio, y las entrelazamos sobre el relleno. Cubrimos con las tiras toda la tarta. Doblamos hacia dentro la masa de los bordes para sellar el pastel.
Pincelamos la superficie con leche y espolvoreamos con azúcar blanquilla.
Horneamos durante unos 50-55 minutos a 190ºC. Si vemos que la masa se dora en exceso, la cubrimos con papel de aluminio. Una vez cocinada, la dejamos enfriar sobre una rejilla, mínimo, unas cuatro horas antes de servir.