Me encantan los guisos de carne con verduras. El rabito de ternera no es tan contundente como el rabo de toro, pero su gelatinosidad y suavidad hace que en un estofado destaque su sabor y textura.
No que querido rebozar los pimientos para no aumentar las calorías, pero su maridaje con el rabito de ternera es genial y la salsa del guiso pasada por la trituradora acompaña con delicadeza a esta pareja de productos españoles 100%. Así nos queda un plato vasco-andaluz...
El vino que he elegido para acompañar el plato, perdón, elegí el plato para abrir la botella de vino, jajaja, es un Ribera del Duero de la enóloga Ana Carazo, pincha aquí para ir a su web. Me lo regaló mi querida amiga Sara para que lo probará y me encantó. Gracias Sara, y gracias Ana por la pasión con la que elaboras tu vino.
Para 4 personas:
1 rabo de ternera cortado en trozos
1 pimiento verde
1/2 pimiento rojo
2 tomates
2 dientes de ajo
1 cebolleta
3 zanahorias
1 puerro
1 vaso de vino tinto
1 hoja de laurel
pimienta negra en grano
aceite de oliva virgen extra
agua o caldo de carne
1 frasco de pimientos de piquillo enterosEste guiso se hace con todos los ingredientes en crudo y se deja que cocine durante mucho tiempo para que la carne no quede dura y se despegue bien del hueso.
Se pone en una olla o cazuela grande (yo utilicé la olla express) un poco de aceite de oliva y se añaden las cebolletas (o cebolla y puerro), los pimientos picados y las zanahorias peladas, lavadas y picadas. Los tomates se pelan para no encontrarnos la piel y se pican en dados.
Se añade la carne, los dientes de ajo, la hoja de laurel y la pimienta. Se agrega el vaso de vino tinto y se cubre con un poco más de agua o caldo.
Se cierra la olla y se ajusta para cocinar a fuego lento durante 1 hora y media. Si al abrir la olla se prueba la carne y está dura o no se despega del hueso se prolonga la cocción un poco más.
Se saca la carne de la cazuela y se corta en tiras, retirándola del hueso. Se reserva.
Se retira de la salsa el laurel y las bolitas de pimienta. Se pasa la mano de la batidora y se tritura, añadiendo una pizca más de agua si queda muy espesa.
Se escurren los pimientos rojos de su líquido y se pasan a una sartén o plancha con una pizca de aceite para marcarlos.
Se rellenan con la carne en tiras.
Se pone la salsa muy caliente en el plato y se colocan encima los pimientos rellenos calientes.