Hoy, 10 de julio, es el día de la piña colada y hoy, mi querida Gemma, reestrena su “Escritora viajera”, así que cuando me pidió colaboración para celebrar virtualmente la reinauguración de su espacio, no pude negarme.
¿Por qué?, porque Gemma es de esas personas especiales que te cruzas en la vida (maravillas de estos mundos virtuales) y pasan a ocupar un lugar especial en tu corazón. Lo malo de estas relaciones virtuales es que las ocasiones para mirarse a los ojos son escasas: Segorbe, Peñíscola y Burgos han sido nuestros puntos de encuentro. Eso sí, siempre los hemos exprimido a tope.
Y nada me gustaría más que tomarme una piña colada con ella y divagar durante largas horas a la orilla de cualquiera de las playas de su querido Mediterráneo.
Va por ti, Escritora Viajera.
INGREDIENTES (para dos copas):
Piña natural: 700 gramos.
Leche de coco: 100 gramos.
Ron blanco: 80 mililitros.
ELABORACIÓN:
Pelamos la piña y la troceamos. Ponemos los 700 gramos de piña en el vaso de la batidora y la trituramos. Añadimos la leche de coco (para preparar la piña colada la leche que se utiliza es la que viene en lata y está solidificada, no la líquida de Tetrabrik) y el ron y batimos de nuevo hasta que quede una crema.
Como el propio nombre dice, ahora tenemos que colarla. Una vez colada, metemos la piña colada en la nevera y esperamos a que esté muy fría para tomarla.