Esta vez, vamos a prepararla de jamón serrano, queso de cabra y olivas, aunque vosotros podéis escoger aquellos ingredientes que más os gusten.
En nuestro caso, hemos utilizado muy pocos ingredientes: olivas negras, jamón serrano y queso de cabra, queda deliciosa, suave y es muy fácil de preparar.
La elaboración de la masa es muy sencilla y en tan solo 30 minutos, conseguiréis una sabrosa masa, crujiente y esponjosa, además es mucho más saludable que las que venden en los supermercados.
Ingredientes
Para 3 pizzas de unos 20 cm de diámetro, dependerá del grosor y del tamaño que queráis.
Ingredientes para la masa
375 g de harina
12 g de levadura
12 g de sal
1 vaso de agua
1/2 vaso de agua (para diluir la levadura)
Aceite de oliva
Ingredientes para la pizza
250 g de tomate triturado natural
170 g de mozzarella rallada
Olivas negras al gusto
2 lonchas de jamón serrano
Rodajas de queso de cabra
Orégano
Albahaca
Aceite de oliva
Sal
Preparación
En primer lugar, para preparar la masa, disolveremos la levadura en la media taza de agua, que teníamos reservada.
En un bol, añadiremos la harina y con las manos haremos un hueco, para volcar el agua con la levadura diluida.
Con la ayuda de un tenedor, empezaremos a mezclar la harina con la 1/2 taza de agua y levadura, poco a poco, iremos añadiendo la otra taza de agua, junto con una pizca de sal.
Mezclaremos durante unos 10-15 minutos, la harina con el agua, hasta que veamos que poco a poco se vaya despegando de los bordes del bol.
Si veis que es necesario, podéis ir añadiendo un poco más de harina, durante el proceso, hasta que veáis que queda una mezcla homogénea.
En este momento, espolvorearemos un poco de harina en la encimera y volcaremos la masa encima.
Poco a poco, iremos amasando, con las manos llenas de harina, para que la masa no se nos pegue en exceso en las manos.
Iremos amasando, hasta que consigamos una textura homogénea y, cuando lo hayamos conseguido, la introduciremos en otro bol y la dejaremos reposar durante 30 minutos aproximadamente.
Pasados estos 30 minutos, volveremos a espolvorear la encimera con harina y empezaremos a amasarla un poco más, añadiendo un chorrito de aceite en la masa.
Dividiremos la masa en 3 porciones, y poco a poco iremos haciendo con cada una de ellas, bolas circulares y posteriormente las extenderemos con un rodillo, has que consigáis el grosor de masa, que más os guste (gruesa, fina..).
Una vez estén estiradas con el rodillo, espolvorearemos una pizca de harina en la bandeja y pasaremos las masas en las bandejas en las que introduciremos las pizzas en el horno.
Preparación de la pizza
¡Manos a la obra!
Precalentaremos el horno a 180º, aproximadamente.
En una olla, mezclaremos el tomate triturado con un buen chorro de aceite, añadiremos el orégano, la albahaca y la sal.
Una vez tengamos estos ingredientes mezclados, untaremos en ella: la mezcla de tomate, la mozzarella, las rodajas de queso de cabra a vuestro gusto, las olivas negras, cortadas en trocitos y las lonchas de jamón serrano.
En nuestro caso, nos gusta que el jamón serrano quede tostado y crujiente, pero si preferís podéis añadirlo cuando la pizza esté hecha y así quedará crudo.
Cuando esté preparada, la introduciremos en el horno, hasta que veamos que la masa empieza a tostarse y los ingredientes empiezan a hacerse.
Como estas masas son naturales y no están precocidas, como las que venden en los supermercados, el tiempo de cocinado en el horno, dependerá de vuestro horno, os aconsejamos que vayáis vigilándolas, para evitar que se quemen por la base.
Pasados aproximadamente unos 25-35 minutos, comprobaremos que la base de la pizza esté hecha y la retiraremos del horno.
¡Y ya podremos disfrutar de esta sabrosa pizza!