El "mole" es una salsa de muchas especias, en la que la guindilla tiene una presencia especial. Normalmente se asocia a platos salados, sobre todo en México, pero el mole guatemalteco se diferencia por ser dulce. He de reconocer que la receta me sonó un poco rara al leer los ingredientes, pero la verdad es que funcionan. Lo mismo hasta me animo a hacer una tarta con este mole de relleno, porque creo que con una textura crujiente quedaría muy bien.
Con este postre guatemalteco participo en la edición de noviembre de la ruta gastronómica de Cocinas del mundo. Rinde para 2-4 personas; yo digo que llena bastante, pero los vikingos para los que lo preparé se hubieran comido un cuenco más cada uno ;)
100 g de chocolate puro (Un 80% de cacao)
3 plátanos maduros (en la receta original se usa plátano macho)
2 tomates de pera maduros
2 cucharadas de semillas de sésamo
1 cucharada de semillas de calabaza
1/2-1 gundilla
1/4 de rama de canela
2 cucharaditas de polvo de vainilla/1 cucharadita de esencia de vainilla
Azúcar al gustoLa preparación:
1. Pelamos los plátanos y los cortamos en diagonal en rodajas de 1 cm de grosor. La receta dice que hay que freírlas en aceite hasta dorarlas. No obstante, el plátano amarillo no resiste el calor como el plátano verde, así que tiende a ablandarse mucho. Está muy bueno igualmente, pero si queremos que conserve la forma y no encontramos plátano macho, también se puede hacer a la plancha.
2. En una sartén ponemos a tostar a fuego medio la canela, la gundilla y las semillas de sésamo y calabaza. Cuidaremos de que no se nos quemen.
3. A la vez ponemos los tomates cortados en 4 gajos a cocer en otra sartén hasta que se ablanden y la piel se arrugue.
4. Las onzas de chocolate las cubrimos con 1 vaso de agua hirviendo y removemos para que se vayan deshaciendo.
5. Trituramos muy bien las semillas, la canela, la guindilla, el tomate y el chocolate en agua.
6. Entonces colamos el chocolate para deshacernos de las semillas de la guindilla, la piel del tomate, los trocitos de canela y todo lo demás que sobre. El mole de chocolate en sí tiene un sabor fuerte, pero el plátano y el azúcar hacen que la combinación sea agradable.
7. El chocolate resultante lo vertemos en una sartén. Le añadimos la vainilla y azúcar al gusto. Entonces incorporamos el plátano y lo dejamos que hierba 5 minutos a fuego lento.
8. Ya sólo nos queda servir y decorar con unas semillas de sésamo espolvoreadas.
¡Buen provecho!
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Bergua*