Ingredientes:
- 4 filetes de pollo.
- 2 lonchas grandes de jamón york.
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- 4 cucharadas de tomate frito.
- Aceite de oliva virgen extra.
- 1 huevo.
- Pan rallado.
- Perejil, ajo en polvo y orégano.
Elaboración:
Lo primero que hacemos es empanar el pollo, yo la verdad es que tenía varios filetes empanados en el congelador y fue los que utilicé, pero os explicó la receta que utiliza mi madre para empanar filetes.
Lo primero que se hace es colocar dos platos, uno con el pan rallado y otro con huevo, un poco de aceite de oliva, perejil y ajo en polvo (si no tenéis se puede sustituir por ajo natural muy picado, también podéis cambiar el perejil por otra especie que os guste más). Se pasan los filetes por huevo y se dejan unos minutos para que coja más sabor y luego se pasan por el pan rallado y ya están listos para servir. Además, se pueden congelar y sacarlos justo antes de consumirlos.
Los filetes se fríen en aceite muy caliente, en este caso he utilizado freidora pero podéis usar una sartén. Mientras tanto cogéis una fuente para horno y ponéis una base de tomate frito, si puede ser casero mejor, pero yo ya no tenía, colocáis los filetes encima una vez que los habéis frito y escurrido el aceite sobrante. Encima de los filetes el jamón de york, el queso rallado y le echáis un poco de orégano. Lo metéis en el horno, que estará previamente precalentado a 170º, durante cinco minutos o hasta que veáis que el queso se ha derretido y ya está listo para comer.