La carne de pollo es más ligera y de más facilidad digestiva que las carnes rojas, lo que hace que su consumo sea muy elevado. Se come tanto entero como por partes, pechugas, cuartos traseros, alas, cresta... En cada región hay una forma o manera típica de comerlo que siempre resulta sorprendente y apetecible. ¿Cuál es tú preferida? ¿En salsa, asado, frito o empanado?
En el caso de esta receta voy a usar filetes de pechuga de pollo, si bien hay que tener cuidado cuando se cocina entera y procurar añadirle una salsa porque puede quedar un poco seca, al hacerla en filetes más finitos evitamos esto, con lo que el plato quedará estupendo y nada seco.
En el caso del queso, he elegido un parmesano por su gran sabor, pero podéis cambiarlo por otro sabor que os guste mucho. Lo único imprescindible es que al pasarlo por el huevo y después por el pan rallado el queso se quede suficientemente adherido al filete de pollo.
Una vez dicho esto, podemos ponernos manos a la obra y preparar esta sencilla receta de pollo que queda simplemente delicioso.
Ingredientes
Huevo
Harina
Sal
Pan rallado
Queso rallado 4 quesos
Queso parmesano
Aceite de oliva
Salsa de tomate frito
4 filetes grandes de pechuga de pollo (1 por persona)
Romero al gusto
Hierbas provenzales
Vídeo paso a paso:
Si quieres ver la receta con el paso a paso por escrito pincha este
Fuente: este post proviene de Javier Romero: recetas de cocina familiar, donde puedes consultar el contenido original.
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