Ingredientes:
1 pollo de unos 2 kilos
75 gr de mantequilla
C/S de verduras
150 cc de brandy
500 cc de fondo oscuro
400 cc de vino tinto D.O. Navarra
1 hoja de laurel, medio limón, tomillo, sal y pimienta
Ligazón para la salsa: 30 gr de harina y 15 gr de mantequilla
Guarnición de verduras glaseadas (1 cucharada de azúcar y agua sin cubrir las verduras)
Elaboración:
En primer lugar racionamos el pollo si es entero. Yo he preferido dejar las pechugas y las alitas enteras para intentar que no se sequen demasiado (ahora se debería marinar unas horas, pero yo he omitido esa fase); salpimentamos, marcamos y dejamos reposar. Mientras salteamos las verduras hasta que tomen color; lo normal es que sean cebollas y zanahorias, pero en mi caso he puesto lo que he ido encontrando.
Seguidamente, incorporamos el pollo con sus jugos, el brandy y flambeamos (IMPORTANTÍSIMO: la campana extractora tiene que estar APAGADA). Cuando se haya consumido el alcohol, agregamos el vino tinto, el fondo oscuro, medio limón, 1 hoja de laurel y tomillo. Como no tenía fondo oscuro, improvisé con pastillas de carne (también vale el bovril u otro concentrado de carne). Dejamos que hierva unos minutos y cerramos la expres, contando 25 minutos desde que el pirindolo comienza a dar vueltas. Cuando finalice la cocción, separamos la verduras, el caldo colado y el pollo. Mi idea era aprovechar la verdura para hacer la guarnición, pero ya véis que quedó excesivamente cocida.
A continuación, reducimos la salsa con una mantequilla manier (una mezcla de mantequilla y harina); lo mejor es añadir la mezcla poco a poco con el caldo tibio e integrar bien con unas varillas para que quede uniforme y sin grumos. Por otro lado, hacemos la guarnición glaseada, con mantequilla, azúcar y agua (yo le he puesto un punto de sal y cominos molidos); lo formal es que sean zanahorias y chalotas, pero ya que estaba haciendo la receta con lo que había, seguí en esa línea.
Y así quedó al final, con una salsa reducida, brillante y que nape algo, junto a las verduritas glaseadas. Un plato para variar un poco de sabores.