Prepárate porque este pollo gratinado con queso y salsa de tomate está de toma pan y moja. El pollo va cocinado con una salsa de tomate casera a la que vamos a añadirle un poquito de salsa Valentina o salsa picante. Luego cuando le pongamos el queso para gratinar tendremos un plato totalmente irresistible. ¿Te convence?
Vamos a aclarar algunos puntos antes de ver la receta:
- La carne
Utilizaremos pollo deshuesado, preferiblemente contramuslo, porque es mucho más jugoso, aunque también vale la pechuga. Si no quieres pollo, cámbialo por pavo o incluso magro de cerdo. Eso sí, ten en cuenta que cada carne tendrá un punto de cocción diferente.
- El queso
Tiene que ser un queso que funda muy bien, puede ser mozzarella o una mezcla de quesos. También puedes mezclar la mozzarella con un queso manchego, por ejemplo (a mí me encanta).
- La salsa de tomate
Preferiblemente optaremos por la salsa de tomate casera, ya que solo se tarda 15 min en hacerla y el resultado final merece la pena. Además, esta versión es muy facilita, ya verás. Y por si fuera poco, al final del post te digo cómo "apañar" una salsa de tomate de bote para que sepa parecido a la casera.
- La chispa de la receta: la salsa Valentina
Ahora me estoy aficionando al picante y no me podía resistir...¡le puse salsa Valentina! Es una salsa a base de chile que viene de Guadalajara (México) y que puedes encontrar fácilmente en las grandes superficies o tiendas latinas. OjO que hay dos tipos, la picante (etiqueta amarilla) y la muy picante (etiqueta negra). Confieso que solo me atrevo con la picante...
Ahora sí, vamos con la receta del pollo gratinado con queso y salsa de tomate.
Ingredientes para 3-4 personas:
500 g de trozos de pollo deshuesados (usa mejor los contramuslos)
4 dientes de ajo
2 cucharadas de aceite de oliva
Sal y pimienta negra al gusto
400 g de salsa de tomate casera
3-4 cucharadas de salsa Valentina o salsa picante (opcional)
200 g de queso para fundir
Para hacer la salsa de tomate casera:
3 cucharadas de aceite de oliva
400 g de tomate natural triturado
1 cucharadita de ajo en polvo
1 cucharadita de cebolla en polvo
1/2 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de tomillo seco
1/2 cucharadita de albahaca seca
1 cucharadita de orégano
2 cucharaditas de azúcar
Preparación del pollo gratinado con queso y salsa de tomate:
1. En una olla, calentamos el aceite y añadimos los ajos partidos por la mitad. En cuanto se empiecen a dorar, ponemos los contramuslos de pollo cortados en trozos de tamaño bocado. Salpimentamos al gusto.
Podemos poner trozos de pechuga también, pero con el contramuslo sale mucho más jugoso.
2. Dejamos cocinar hasta que el pollo esté dorado.
3. Mezclamos con toda la salsa de tomate casera que haremos previamente. Añadimos la salsa Valentina o salsa picante al gusto y dejamos 5 min más a fuego medio-bajo.
4. Colocamos el pollo con la salsa de tomate en una fuente de horno y ponemos el queso encima.
5. Horneamos a 200ºC con calor arriba y abajo hasta que el queso se haya fundido completamente. ¡Listo!
Nota: si le pones patatas fritas cortadas en dados como base en la fuente, verás las estrellas.
¡Todos en casa van a disfrutar este pollo gratinado!
Cómo hacer la salsa de tomate casera
Ponemos en un cazo el aceite y añadimos todas las especias y la sal. Removemos bien e incorporamos el tomate y el azúcar. Mezclamos y dejamos cocinar con el cazo medio tapado a fuego medio durante 15 min.
¡TRUCO!
Si vas con prisas y no tienes más remedio que utilizar el tomate que ya viene frito de bote, lo único que tienes que hacer es mezclar el tomate frito con todas las especias y dejarlo hervir 3-4 min para que coja los sabores.
Pero OjO, queda mejor con el tomate frito casero, ¡quedas advertid@!
Espero que te haya gustado esta receta de pollo gratinado y que la disfrutes en la mejor compañía.
¡Qué aproveche!
Tomás García Cayuela
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¡Hola, bienvenid@ a mi blog! Me llamo Tomás y soy Investigador en Ciencias de la Alimentación, Blogger Gastronómico y Social Media Manager. Aquí encontrarás mucha cocina, un poquito de ciencia y un muchito de cultura gastronómica. Recuerda, ¡saber más para comer mejor!