El Día de Acción de Gracias se ha convertido en una tradición, es una excusa para reunirnos y pasar un rato juntas. Nos contamos todo lo que nos ha pasado durante el año.
Por mi parte, creo que tengo muchas cosas por las que estar agradecida, como por ejemplo, el apoyo de las personas que, mas o menos cercanas, me han dado en todo momento a lo largo del año.
Soy una persona que disfruta con los pequeños detalles y mi vida está llena de ellos, por lo que también es motivo para dar las gracias a todas esa personas que tienen esos pequeños detalles conmigo que me hacen tan feliz.
Bueno, vamos con la receta, los ingredientes que vamos a necesitar son:
Para el pollo:
1 pollo
aceite de oliva virgen extra
sal
pimienta
Para el relleno:
100 g de piñones
500 g de pechuga de pollo picada
2 rebanadas de pan
1 chorreoncito de leche
1 chorrito de Oporto
2 manzanas reineta
100 g de ciruelas pasas deshuesadas
50 g de uvas pasas
perejil fresco
sal
pimienta
Para la salsa:
2 zanahorias
1 puerro
2 cebolletas
600 g de caldo de carne
1 copita de Oporto
3 dientes de ajo
sal
pimienta
Preparación:
Lo primero que vamos a hacer es el relleno, para ello ponemos las rebanadas de pan en un bol y las mojamos en la leche.
A continuación le añadimos la carne picada y mezclamos.
Picamos las manzanas en cuadraditos pequeños y las añadimos a la mezcla anterior. Podemos pelar las manzanas o podemos trocearlas con la piel, yo soy de las que prefiere ponerlas con la piel. Las añadimos al bol y mezclamos.
Tostamos los piñones y los añadimos a la mezcla anterior. Podemos ponerlos enteros o partirlos. Yo los puse enteros.
Partimos las ciruelas pasas y añadimos al bol. En cuanto a las uvas, las podemos añadir enteras o las podemos trocear.
Añadimos el Oporto y salpimentamos al gusto. Extraemos las hoja de perejil, las picamos y las agregamos al bol. Mezclamos, tapamos con film y reservamos en el frigorífico.
Ahora nos ponemos con el pollo y lo primero es deshuesarlo. Si os digo la verdad, es complicado pero pensaba que era más difícil de lo que es. Pero este paso nos lo podemos ahorrar si compramos un pollo deshuesado o le pedimos a nuestro carnicero que nos lo deshuese.
Precalentamos el horno a 250ºC en función grill.
Y ahora a rellenar el pollo. Sacamos nuestro relleno del frigorífico y lo introducimos en el interior del pollo.
Una vez tengamos el pollo relleno, cosemos por donde lo hemos rellenado para evitar que se salga el relleno durante la cocción. También podemos coser la parte superior si lo vemos necesario.
A continuación lo atamos el pollo para que mantenga una forma bonita en el horno y que, una vez asado, luzca en la fuente en la que lo vamos a presentar. De esta manera las alas y las patas se mantendrán pegadas al cuerpo del pollo.
Por último rociamos con un poco de aceite de oliva virgen extra y salpimentamos. Lo masajeamos un poco y lo colocamos en una bandeja de horno.
Horneamos durante 10 minutos. A continuación le añadimos las verduras y horneamos durante otros 20 minutos. Transcurrido este tiempo, bajamos la temperatura a 180ºC y le añadimos el Oporto y el caldo. Dejamos reducir durante 3 horas.
De vez en cuando, rociamos el pollo con el jugo de la cocción que tenemos en la bandeja, para que no se reseque mucho. Podemos tapar con papel de aluminio para que el pollo no se dore demasiado.
Transcurrido este tiempo, sacamos la bandeja del horno. Colocamos el pollo en una fuente y lo dejamos enfriar tapándolo con papel de aluminio antes de trincharlo, para que no pierda los jugos.
Es mejor trinchar el pollo en frío. En mi caso, lo hice el día antes de la celebración y lo guardé en el frigorífico. Un par de horas antes de que empezaran a llegar los invitados, lo saqué de la nevera y lo corté con ayuda de un cuchillo trinchador.
Separé las alas y los muslos del tronco, lo corté en rodajas y por último lo coloqué en una bandeja de horno dándole la forma original.
No queda tan bonito como si lo presentamos sin trinchar pero es mucho más practico y a nuestros invitados les va a gustar igual porque no pierde su sabor.
Lo metí en el horno que previamente lo había precalentado y lo horneé durante 20 minutos a 180ºC.
En cuanto a la salsa, podemos colarla, introducirla en un cazo que ponemos al fuego y la reducimos. Para terminar, le añadimos un poco de nata (crema de leche) y sazonamos. Queda una salsa muy ligera.
Ya sabéis que a mí no me gusta titar nada, así que coloqué todo lo que quedó en la bandeja después de haber sacado el pollo en el vaso de la batidora y lo batí hasta conseguir una salsa cremosa. La pasé a un cazo y la reduje a fuego lento hasta que tuvo la consistencia deseada.
Presentación:
Sacamos la bandeja del horno y la colocamos en el centro de la mesa, sobre un salvamanteles.
La salsa la repartimos en un par de salseras para que cada comensal se sirva lo que desee.
También lo servimos con un puré de manzana, preparado por mi vecina, que combina muy bien con el relleno del pollo.
Para acompañar a nuestro pollo relleno, como siempre, unas deliciosas patatas Hasselback, que se han convertido en una tradición en nuestras celebraciones de Thanksgiving Day.
En cuanto al maridaje, elegimos un Valtravieso Crianza del 2014, un Ribera del Duero elaborado con uvas Tinta Fina, propia de la denominación, Cabernet Sauvignon y Merlot. Este coupage de uvas aporta a este caldo un aroma a fruta negra, regaliz, nuez moscada y tabaco. En boca, sigue destacando la fruta negra y un sorprendente final a pan de higo. Por todo esto lo hace ideal para esta receta y este momento.
Y ya estamos listos para disfrutar de un delicioso festín y una buenísima compañía, con conversaciones y risas hasta la madrugada.
Bon appétit!!!