Hacía un tiempo que no os traía algo, dulce y rico, rico.
Para postre, o desayuno, o para la merienda...
O para darle un gusto al cuerpo.
¡Por fin!
Y ¿de quien será la receta?.
Efectivamente, de La Meiga del Norte.
¡Vamos con ella!
Gracias, Tara Blanco
Ingredientes:
400 gr. de harina
100 gr. de azúcar
3 yemas de huevo
25 gr. de levadura fresca
250 ml. de leche caliente
75 gr. de mantequilla en pomada
2 cucharadas de azúcar
1 cucharada de esencia de vainilla
50 gr. de nueces
100 gr. de chips de chocolate
Disolvemos la levadura con una cucharadita de azúcar y añadimos la leche tibia (no más de 35º). Dejamos reposar a temperatura ambiente durante aproximadamente, 10 minutos.
Tamizamos la harina en un bol y hacemos un hueco en el centro.
Añadimos las yemas de huevo, el azúcar, la vainilla y la mezcla de la levadura con la leche.
Amasamos hasta obtener una masa elástica y no pegajosa. Si es necesario, añadimos un poco de harina.
Cubrimos la masa con un paño y dejamos reposar durante 1 hora.
Cuando la masa haya aumentado, desgasificamos y sobre una superficie enharinada, estiramos en una lámina cuadrada o rectangular de alrededor de 1 cm. de espesor.
Cortamos tiras, pintamos de mantequilla, espolvoreamos el azúcar y las nueces picadas y terminamos con las pepitas de chocolate.
Apilamos las tiras y cortamos en bloques según el tamaño del molde.
Colocamos en el molde y dejamos crecer unos 30 minutos.
Horno precalentado a 180º. Horneamos durante aproximadamente 40 minutos. Podemos pinchar con un palillo. Si sale seco, ya lo tenemos.
Dejamos enfriar 10-15 minutos antes de sacar del horno y con la puerta entreabierta.
Si lo deseas, puedes espolvorearlo con azúcar en polvo.
Sin sacar del papel de hornear, una cuerda alrededor, le dará un carácter más rústico. Y puede ser un regalo magnífico.