La clave para que obtengamos un buen resultado en esta receta es la cocción del pulpo. Lo cierto es que no es tarea fácil, es todo un arte y bastante laborioso. Los expertos aconsejan comenzar congelando el pulpo para que las fibras se rompan y quede más tierno (cuando no había congelador golpeaban los pulpos contra la pared, es lo que llamaban mazar el pulpo). Después, una vez descongelado, hay que asustar al pulpo 3 veces. No creas, no tienes que vestirte de fantasma ni nada de eso, se trata de introducir el pulpo en una olla (con agua hirviendo, sal y laurel) y sacar enseguida 3 veces. Podemos observar que su tamaño encoje, por eso se dice que lo asustamos. Después lo introducimos en esa misma olla y lo dejamos cocer, el tiempo varía en función del tamaño del pulpo.
Este es uno de los motivos por lo que no lo cocinamos con más frecuencia, pero ¿y si lo pudiéramos cocer en menos de 10 minutos y eliminar este entretenido proceso? Esto ya cambiaría la cosa. Hoy vamos a ver un método para cocerlo en la olla rápida y que quede igual de bien que siguiendo el proceso tradicional.
Veamos qué Ingredientes necesitamos:
Pulpo
Sal
Pimentón dulce y picante
Aove
Elaboración:
Partimos del pulpo que lo tenemos congelado, para que rompan las fibras y al cocinar quede más tierno. Lo descongelamos el día antes.
Ponemos el pulpo entero y descongelado en la olla rápida, sin añadir ningún líquido, lo cocemos con los jugos que va a soltar el propio pulpo.
Cuando la olla adquiera presión contamos 8 minutos (este tiempo es para un pulpo de tamaño mediano (1-2 kg.). Cuando pase este tiempo apagamos el fuego y retiramos la olla, dejamos templar.
Entonces cortamos el pulpo en rodajas. Lo servimos sobre una tabla de madera. Ponemos un poco de sal, pimentón (un poco picante y el resto dulce) y un chorrito de un buen Aove.
Listo para servir y degustar! Podemos acompañar con unas patatas cocidas.
Que lo disfrutéis Cocinitas!! Hasta la próxima!!