También llamado Tofu-feta.
Se le puede sacar mucho partido a la textura carnosa y suave del tofu, como en este caso, para hacer queso feta sin lácteos (sí, he caído, le he llamado queso...): Tofu fermentado con miso y conservado en aceite aromatizado.
El parecido del resultado final al queso feta tradicional en aceite es increíble y es una opción baja en grasa y sana para añadir proteína a ensaladas, pinchos... Una mezcla de textura y sabor que da vicio...
He hecho esta versión adaptada de uno de los super blogs de cocina que admiro y ojeo casi a diario: Delantal de alces.
He usado un bloque de tofu de 250 gr. y cortado a cuadraditos pequeños.
Ingredientes:
Miso (cantidad suficiente para cubrir el tofu)
AOVE
Orégano seco (o otra hierba que prefiráis)
Ajo en polvo
Preparación:
Embadurnar los tacos de tofu en un recipiente hermético con el miso procurando que quede todo cubierto. Dejar a temperatura ambiente bien tapado un mínimo de 2 días (48 horas) o 3 si hace mucho frío.
Pasado este tiempo limpiar el tofu bajo el agua (el color habrá oscurecido) y guardar en otro recipiente hermético (de cristal mejor), cubierto del aceite mezclado con orégano seco, ajo en polvo y aceite.
Ya está listo para usar, pero os recomiendo que dejéis pasar un día más en el aceite antes de comerlo: cuanto más tiempo sabor más profundo.
Ir usándolo a vuestro gusto y cuando se termine ese aceite es puro vicio para acompañar una ensalada, en un bocadillo...
Es bastante salado así que nunca hará falta sal en sus platos, queda delicioso tal cual sobre una tostada con un poco de aguacate o tomate, en una ensalada...
Un beso para toda la semana y feliz domingo!