Lo he llamado así por ese colorcito que el sofrito de verduras le da :)
Todo comenzó la tarde del sábado, cuando después de tomar nuestro café de las tardes y hacer algunas compras, nos dirigimos a visitar un mercadillo navideño que inauguraban en un pueblo cercano.
Empecé a sentir pinchazos en la barriga, pero no les dí importancia porque no quería echar el sábado a perder. Además, justo esa noche íbamos a probar un restaurante nuevo al que tenía muchas ganas de ir.
Pero a media cena yo ya no podía más, los pinchazos se convirtieron en dolores fuertes de estómago, acompañados de angustia y mareos, no pude ni acabarme la cena, es más, no quería ni mirar los postres que los comensales de al lado habían pedido, qué me estaba pasando? :O
Pues sencillamente que algo no me sentó bien ese día, o quizás fue el famoso virus del estómago. La cuestión es que cuando el cuerpo no está bien las señales que envia son claras y contundentes. Ya os podeis imaginar la noche que pasé (me ahorraré los detalles) pero deciros que han sido unos días horribles. Hoy por hoy ya estoy recuperada, algo floja, ya que me pasé dos días sin probar bocado a base de Acuarius, pero recuperando fuerzas y hambre poco a poco.
Sólo deciros que qué poco valoramos cuando estamos bien, así que ya sabéis, os toque o no la lotería, que no os falte salud nunca ;)
Ingredientes:
Para la masa quebrada:
250 gramos de harina de centeno
125 gramos de mantequilla
Sal
1 clara y 1 huevo
Aceite de girasol
Para el relleno:
1 bandeja de champiñones fileteados
3 cebolletas
1 manojo de espárragos
1/2 bote de tomate frito
3 dientes de ajo
Ajo picado
Sal
Pimienta
Nuez moscada
Aceite de oliva
Orégano
Albahaca
3 huevos
200 ml de nata (crema de leche) para cocinar
Elaboración:Prepararemos primero la masa echando en un cuenco la harina con un puñadito de sal. Añadimos la mantequilla fría y mezclamos con los dedos.
Cuando tengamos como una arena gruesa, echamos el queso rallado, la clara y el huevo, y seguimos mezclando e integrando todos ingredientes con las manos hasta que consigais una masa bien fácil de manejar y que no se quiebre. Si os pasa esto, echad un chorrito de aceite de girasol y seguid amasando con las manos. Yo le incoporé como dos chorritos hasta que conseguí una masa manejable, que no se rompa y que se os despegue fácilmente de las manos. Envolveis con papel film y reservamos en la nevera.
Encendemos el horno a 210º con la parte de abajo y arriba. Mientras preparamos en una sartén con un chorrito de aceite de oliva el sofrito. Pelamos, lavamos y troceamos las verduras, junto con los ajos. echamos sal y espolvoreamos con el ajo picado. Cuando las verduras estén pochadas, agregamos el tomate frito y cocinamos unos minutos más para que se consuma hasta conseguir el punto deseado. Una vez lo tengamos apagamos el fuego y reservamos.
Sacamos la masa de la nevera, espolvoreamos con harina nuestra superficie donde la colocaremos y daremos forma con el rodillo. Pincelamos el molde con un poquito de aceite y cubrimos con la masa ayudándonos con los dedos.
En un bol, echamos los huevos y añadimos la nata (crema de leche) más el sofrito. Salpimentamos al gusto. Añadimos además nuez moscada. Vertemos en el molde. Espolvoreamos con albahaca y orégano.
Bajamos la temperatura del horno a 190º, horneamos y dejamos unos 30 minutos. Pasado el tiempo, apagamos y servimos.