Buenos, para los que me siguen en Instagram, sabéis que en realidad, la receta es: Raviolis de tomate con queso de cabra y albahaca con salsa de champiñón. Pero seamos sinceros, no me puse a hacer pasta fresca y menos un martes. Ya os enseñaré a hacerla un día de estos, para que impresionéis a alguien; pero para la receta de hoy, usaremos raviolis ya hechos que venden en paquetitos y tan ricamente.
La verdadera receta está en la salsa, luego la pasta que le pongas puede ser la que prefieras. Hazla con macarrones, tallarines, espaguetis o incluso para acompañar un filete o algo por el estilo. Ya sabes, para lo que quieras. Atentos:
DIFICULTAD:
La podría hacer hasta Marianico El Corto
INGREDIENTES:
Un paquete de raviolis. Usa los que más te gusten. Te digo también que los paquetes suelen ser de 250g y eso es una ración para dos personas. Así que, comparte e invita a alguien o mete en un táper y congela sin ningún problema.
Media bandeja de champiñones. No me uses esos que vienen en lata, que te doy con la zapatilla y te enteras
Un poco menos de media cebolleta o cebolla en su defecto.
Dos cucharadas de harina
Leche. Usaremos como un vaso, pero la medida final tendrás que ir viéndola.
Un chorrazo de aceite de oliva
Sal y pimienta negra
Un cayena (opcional para los que nos gusta que nos pique el morrete)
Queso rallado o en polvo para echar por encima.PREPARACIÓN:
Lo primero que vamos a hacer es lavar los champiñones y los vamos a cortar en rodajas. También vamos a cortar la cebolleta lo más fino y pequeño que podamos y vamos a poner todo en un sartén con un poco de aceite, la cayena (si se la vas a poner) y dejamos que se haga. Que quede blandito.
Una vez ya esté todo bien pochado, añade un poco más de aceite de oliva y ponle las dos cucharadas de harina. Estaremos haciendo una especie de bechamel pero dentro de unos champiñones. Remueve bien para que no queden grumos y añade leche hasta que quede con una textura de bechamel muy fina y líquida. Es importante que dejes primero, antes de echar la leche, que la harina se tueste para que pierda su sabor a crudo. Remueve bien y deja que hierva un par de minutos. No dejes de remover o se te pegará. Añade sal y pimienta a gusto y resérvala a un lado.
Mientras cocinas la salsa, pon una olla con agua y sal a hervir y cuando lo haga a borbotones metes los raviolis y sigue las instrucciones del paquete.
Cuando haya pasado el tiempo, rescátalos del agua hierviendo y mételos directamente en la sartén con la salsa para que cojan sabor y no se enfríen.
Mueve todo con cuidado para que no se rompa la pasta y listo.
Emplata y añade queso por encima. ¡¡Delicioso!!
Puedes usar el ravioli que quieras, de queso, de carne, de ricotta y espinacas... El que quieras. SI lo encuentras de setas, has triunfado; pero usa el que más te guste.
Anímate a hacer este platazo, porque de verdad que es una locura. Todo el sabor del champiñón junto con el picante de la cayena, el sabor de los raviolis... Buff, babeo de solo recordarlo. Y a cocinar, filibusteros, que el mundo se va a acabar.