Me amas muy fuerte. Lo sé. Hoy vengo a vosotros con una de esas recetas que son hipersencillas de hacer y que como llevan Nutella -no debería decir marcas-, se nos caen las bragas cuando lo comemos. Es una receta tan deliciosa e increíble que no me extrañaría que me nominaran para el premio Nobel de la Paz por hacérosla llegar. Y si el premio lo quieres ganar tú, pincha en el enlace para el sorteo de un molde de silicona para microondas. -qué bien hilado, eh-
Para colmo, es una tontería, no tiene más que 4 ingredientes y se hace en un momento. Si eres de los que prefiere la Nocilla en vez de la Nutella, -sí, esta gente existe- no pasa nada; cambias una por otra y listo. Vamos allá:
DIFICULTAD:
¡¡¡Hola caracola!!!
INGREDIENTES:
Una lámina de hojaldre. O mil. Según la cantidad que vayas a hacer.
Nutella. (O la crema de cacao/avellanas que prefieras).
Azúcar. A poder ser azúcar glas.
Un huevo batido.
PREPARACIÓN:
Lo primero que vas a hacer es probar la Nutella. ¿Sabe tan deliciosa como siempre? Bien puedes continuar.
Enciende el horno a 180ºC con calor arriba y abajo para que se precaliente mientras hacemos las caracolas.
Extiende la lámina de hojaldre y dale un poco con el rodillo si ves que viene muy gorda. Puedes ayudarte de las manos o de una botella si no tienes rodillo.
Corta el hojaldre a lo largo en tiras de dos dedos de ancho y úntalas de Nutella. Sé que adoras el chocolate. Sé que adoras la Nutella. Pero no me seas burro y le pongas un kilo por cada tira de hojaldre. Hay que untarlas un poco, pero no demasiado o luego se desparramará todo por el horno.
Una vez unatada, dobla la tira a lo largo formando un sangüis de hojaldre-Nutella-hojaldre. Y enróllala sobre sí misma como si se tratara de un regaliz. A continuación dale forma de caracola y pósala sobre un papel de horno.
Píntalas con un poco de huevo batido para que tome ese color que tanto nos gusta y queden más apetecibles si cabe.
Y al horno con ellas durante unos 8-12 minutos. La idea es estar un poco atentos hasta que se queden doradas.
Cuando estén listas, déjalas enfriar para que el hojaldre se quede crujiente y no te abrases la boca.
Están chupadas de hacer y salen muy baratas. Puedes cambiar la Nutella por mantequilla de cacahuete o hacer las variantes que quieras, ya sabes. No hace falta que me ames ni que me regales nada. Me conformo con una foto en tus redes sociales del resultado final.
Y a cocinar, filibusteros, que el mundo se va a acabar.