Empieza el buen tiempo y con él las pretensiones de cuidarnos el tipín para el verano. Y con esa pretensión os traemos esta receta de hoy, se trata de una crema de calçots con aceite de romesco.
La crema de calçots es un plato muy ligero, suave y sobretodo muy muy sano, apenas aportáis calorías con este plato y sobretodo tiene un sabor muy rico. Esta receta la preparó mi hermano por primera vez hace ya algún tiempo y me dio a probar, debo deciros que al principio fui un poco reticente. Como se le había ocurrido preparar una crema de calçots? Pero eso estará bueno? Ahora os puedo decir que bueno no, sino riquísimo y desde entonces, para cerrar la temporada de calçots y para redimir mis excesos en las calçotadas que hemos organizado en casa, me preparo siempre que tengo ocasión, esta rica y tan sana crema de calçots.
La preparación de esta crema de calçots no es nada complicada y en un periquete la tenéis preparada, os contamos que necesitaréis:
Para la crema de calçots:
200 gr. de calçots
Aceite
Agua
Sal
1 puerro
1 quesito light (o un chorrito de crema de leche)
Para la presentación de la crema de calçots:
Aceite
1 cucharadita de salsa romesco.
Empezamos poniendo en una olla un poco de aceite, justo que cubra el fondo.
Picamos finamente el puerro y a fuego medio lo rehogamos hasta que se nos dore, con mucho cuidado que no se nos queme.
Limpiamos los calçots y los picamos en dados de tamaño medio para que se cocinen más rápido. Cuando los tengamos los incorporamos en la olla y seguidamente incorporamos el agua, justo que cubra los calçots. (Importante: Es preferible que nos quedemos cortos de agua antes que se nos agüe).
Dejamos hervir durante unos 20 minutos aproximadamente a fuego medio.
Rectificamos de sal
Pasado este tiempo retiramos del fuego y vamos a batirlo bien hasta que nos quede una crema ligera (Si hubiera quedado falto de agua podríamos incorporar un poco para que tuviera la textura deseada).
Incorporamos un quesito light o si queréis podéis incorporar una pizca de crema de leche. Volvemos a batir para mezclar bien el queso.
Probamos de sal por si fuera necesario rectificar de sal.
Para la presentación de la crema de calçots:
Mirad para la presentación podemos preparar de forma rápida un poco de aceite de romesco y veréis que le daremos un toque de color y un contraste de sabor muy rico para nuestra crema de calçots.
Ponemos en un bol un poco de aceite y le incorporamos una cucharadita de salsa de romesco. De esta manera desligamos un poco la salsa y el resultado lo incorporamos por encima la crema en el momento justo de la presentación del plato.
Nota: Podéis cambiar la presentación del plato e incorporar un poco de perejil picado.