Ahora que ya la temporada de calçots está dando los últimos coletazos y pronto será imposible comprarlos hasta el año que viene, os proponemos una receta diferente a la que estamos acostumbrados a ver con esta variedad de cebolla tierna.
Lo típico es asarlos directamente sobre una parrila colocada sobre las brasas y la llama de fuego hasta que se cocinen y se quemen un poco por fuera. Pero como no siempre podemos practicar este método de cocción por razones obvias, hoy los vamos a preparar en casa de una manera muy fácil y no menos rica.
Ingredientes:
Calçots
2 huevos
Sal
Agua
Harina
Salsa romesco
Elaboración:
Lo primero que vamos a hacer es limpiar nuestros calçots. Para ello les cortamos el tallo, el extremo donde está la raíz y le retiramos la primera capa.
Ponemos agua con sal a hervir e introducimos los calçots para escaldarlos durante unos 5 o 6 min.(dependerá del grosor). También es posible hacerlos en el microondas a la máxima potencia.
Sacamos los calçots y los ponemos sobre un paño para escurrir el agua.
Hacemos la masa del rebozado batiendo los huevos, la harina y un poquito de sal. Removemos bien y aquí podemos añadir agua muy fría hasta dejar la pasta bien fina y con la consistencia adecuada.
Pasamos los calçots por la masa y los rebozamos. Escurrimos y los freímos en una sartén con abundante aceite caliente. Cuando cojan algo de color y se nos doren, los retiramos y ponemos sobre papel absorvente para que recojan el exceso de grasa.
Luego los servimos acompañados de la Salsa Romesco que ya os hemos explicado su elaboración en recetas anteriores.