¿Cómo habéis llevado la semana?
La mía un poco liada, más de la cuenta, vamos, y aunque me ha dado tiempo a cocinar y a sacar algunas fotos, me ha sido imposible redactar entradas hasta hoy, que aprovecho para ir sacando material antes de que se me acumule más.
La cosa, como habréis visto, va de Brownie. Pero no de un Brownie cualquiera, no, os traigo al Rey de los Brownies, y es que, donde se ponga un Red Velvet, que se quite lo demás...
Nunca imaginé que el famoso y tentador Red Velvet podría dar tanto de si. Y lo cierto es que lo vale. Para mi, es difícil superar el sabor de un bizcocho Terciopelo Rojo. Ya sólo el nombre resulta evocador y trae a la mente dulces aromas y al paladar delicadas texturas, húmedas y suaves... En definitiva, cuesta olvidarse de un Red Velvet después de que lo pruebas por primera vez.
He disfrutado como una enana preparando este Brownie. Os va a parecer una tontería, pero siento emoción cuando se trata de preparar algo nuevo, cuando todavía no sé si sabré sacarle todo el partido a una receta. Empiezo a mezclar ingredientes y es entonces cuando comienza la Magia. A medida que la masa va cobrando forma, es entonces y sólo entonces cuando todo tiene sentido en el pequeño universo de mi cocina. ¿Os pasa a vosotr@s lo mismo?
Hay algo en mi interior, como una vocecita que me dice si aquéllo que estoy preparando va por buen camino, o si por el contrario, no tiene pinta de acabar bien. Y esa voz no suele fallar.
En el caso de este Brownie todo fué bien desde el principio. No necesité esperar a sacarlo del horno para despejar posibles dudas... No las había. A veces, los ingredientes de una receta son como un puzzle, has de encajarlas de forma exacta para lograr finalizarlo. Con este Brownie, las piezas encajaron desde la primera hasta la última sin titubeos. ¡Qué felicidad!
Además del sabor y el color de Red Velvet, este Brownie lleva una cobertura de queso crema que, es posible, no percibáis bien en las fotos. Seguramente, lo ideal sería que el color blanquecino del queso destacase junto al rojo del bizcocho, pero no me digáis porqué, me apeteció más que el color fuese uniforme. No importa, por suerte se puede repetir tantas veces como queramos y con todas las combinaciones que nos apetezcan.
¿Vamos con la receta?
INGREDIENTES:
85 gr. de mantequilla.
115 gr. de chocolate de cobertura.
150 gr. de azúcar.
2 huevos de tamaño L + 1 yema.
75 gr. de harina.
1 cucharada de Cacao en polvo Hershey"s.
1/8 de cucharadita de sal.
1 cucharada de colorante rojo en gel (Yo usé Rojo Extra de Sugarflair).
250 gr. de queso Philadelphia.
70 gr. de azúcar.
1/2 cucharadita de Extracto de Vainilla.
PREPARACIÓN:
Precalentar el horno a 175ºC.
Preparar un molde cuadrado de 20 cm. colocando papel de hornear de manera que cubra el fondo y que cuelgue por los laterales.
Tamizar la harina, el cacao y la sal y reservar. (En mi caso, el cacao lo incorporé al final, de ahí que el color de la cobertura sea oscura y no clara).
Derretir la mantequilla y el chocolate al Baño María y remover hasta que justo estén derretidos, sin llegar a calentarse. Retirar del fuego.
Incorporar el azúcar y batir con unas varillas. Parecerá que la mezcla tiene una textura arenosa.
Añadir uno a uno los huevos y batir.
Suavemente incorporar la harina tamizada que tenemos reservada hasta que justo esté incorporada.
Incorporar la cucharada de colorante rojo y mezclar hasta que esté totalmente integrada.
Volcar esta mezcla en el molde que tenemos preparado.
Batir el queso, la yema de huevo, el azúcar y el Extracto de Vainilla hasta que todos los ingredientes estén totalmente integrados.
Echar cucharadas de esta mezcla sobre la mezcla de Red Velvet que teníamos ya en el molde. Con una espátula, haremos un efecto amarmolado.
Hornear entre 30 y 40 min. (En mi horno, fueron exactamente 50 min.)
Sacar del horno y colocar el molde sobre una rejilla, dejar enfriar totalmente unas 3 horas.
Pasado este tiempo, podremos darle la vuelta, retirar el papel de hornear y volver a darle la vuelta.
Cortar los laterales con un cuchillo que habremos calentado con agua, para que queden los cortes uniformes.
Guardar en la nevera, tapados con papel de aluminio.
¡Está taaaan bueno y jugoso y es tan fácil de preparar que vale la pena probarlo!
A lo largo de esta semana, mi cabecita ha dado muchas vueltas pensando en el Carnaval y algunas recetas y decoraciones "carnavalescas" para traeros. Creo que ya tengo claro el menú... ¡espero poder sacar el tiempo necesario para prepararlo todo!
De momento, aún nos quedan unos días para disfrutar de estas fiestas tan divertidas para much@s y menos celebradas por otr@s, por lo que los próximos dulces serán un poquito más "formales" ¡pero igual de apetecibles!.
Disfrutad mucho del finde y nos leemos en breve.
¡Un besito para tod@s!
Por A Revolta (D"Larpeiros).