El reconocido por muchos como el más humilde de todos estos dulces es el famoso mantecado, que no puede faltar en ninguna de las bandejas españolas de delicias navideñas que adornan las mesas durante esos días.
Andalucía, su cuna
Como ocurre con la mayoría de los alimentos, el origen del mantecado está rodeado de misterios y leyendas. Lo que sí parece claro es que nació en Andalucía, aunque el punto exacto se debate por muchos entre Antequera, en Málaga o en Estepa, Sevilla. Actualmente el mayor centro de producción de mantecados se sitúa en el pueblo sevillano, con multitud de fábricas que trabajan especialmente duro en estos días para tener preparada la cantidad demandada de este dulce para estas navidades.Desde el centro de producción estepeño San Enrique afirman que "su origen se remonta hacia 1700 en Estepa, aunque su comercialización data de 1890". Desde otro importante lugar de producción de este lugar, El Patriarca, nos cuentan que "Estepa es un pueblo de montaña en el que había muchos bandoleros escondidos en cuevas y que, para aguantar bien las temperaturas, se alimentaban con un producto que tenía mucha energía y cuyos ingredientes eran los que hoy día constituyen el mantecado". También nos aseguran que esa es una versión, pero que hay otras muchas.
Mantecados y Polvorones
Los expertos de San Enrique y El Patriarca coinciden en afirmar que "los ingredientes básicos de un mantecado son la harina, la manteca de cerdo y el azúcar". Después, se obtienen variedades distintas según los ingredientes que se puedan añadir. Por ejemplo, desde San Enrique nos comentan que hay "de coco, de canela, de limón y de chocolate" mientras que desde El Patriarca también hablan de la existencia de "cacao, de almendra o envueltos en chocolate".Un error común es no saber distinguir entre mantecados y polvorones. Los expertos de San Enrique y El Patriarca aclaran que se diferencian en que los polvorones tienen un par de ingredientes más y tienen una forma más ovalada que la del mantecado, que es más redondo. En el caso concreto de San Enrique, nos explican que para elaborar un polvorón, "a los ingredientes básicos del mantecado se les añade clavo y almendra y se le moldea de forma oblonga. Después, se le hornea y se le añade azúcar molido por encima".
A granel
El consumo de los mantecados se dispara en navidades por encima de cualquier época del año. En estas fiestas señaladas se llegan a consumir aproximadamente 20 millones de kilogramos de estos dulces, según datos de los dos centros de producción. Pasada esta época, como nos explican desde El Patriarca, "la venta baja un 99% y las fábricas se quedan sin producir hasta septiembre del año siguiente". Lo que sí existe, aunque tampoco en cifras muy elevadas, es una demanda de mantecados por otros países, aunque en muchos casos se debe "al consumo de este dulce por las colonias españolas en otros lugares", nos explican.Parece casi imposible que su ingesta pueda situarse más allá de la Navidad, a pesar de que se trata de un dulce muy nutritivo y una gran fuente de energía, perfecta, sobre todo, para el frío invernal. Desde El Patriarca nos señalan que "hoy en día es un producto muy sano, ya que sus mantecas de cerdo están tratadas para no poseer un alto contenido en grasas". No tenemos excusa, por tanto, para renunciar a ellos en nuestras celebraciones navideñas y, por qué no, también en los meses anteriores y posteriores.
Agradecimientos: Polvorones San Enrique y dulces El Patriarca (declaraciones e imágenes)