Hace unos días hemos viajado a Barcelona para pasar allí un fin de semana, fuimos hace unos años y nos gustó mucho, la verdad es que es un destino que siempre invita a volver.
Allí decidimos ir un día a comer al restaurante Tens, la versión "low cost" del chef Jordi Cruz con una amplia carta llena de deliciosas tapas, muchas de ellas versiones de las más clásicas de nuestro país, a un precio asequible para todos los públicos.
El local es muy sencillo y moderno, con amplios espacios entre las mesas y la decoración justa, algo que personalmente me gusta mucho, junto con una iluminación cálida.
Las raciones no son gigantescas pero tampoco muy pequeñas como en otros locales similares, por lo que 3-4 raciones para 2 personas están bien para quedarse satisfechos.
La primera que pedimos fue la de patatas bravas con alioli espumoso y sofrito picante. Nosotros somos de Madrid, y aquí las patatas bravas son diferentes, con una salsa de color rojizo y picante, por eso nos resultó llamativo que en Barcelona sean con alioli y aceite macerado en pimentón (las probamos en diferentes bares y resutaurantes y todas eran así), y la verdad es que nos gustó mucho esta variedad de patatas. En especial éstas de Tens nos encantaron por dos razones: el alioli sabía lo justo a ajo y la textura en espuma nos pareció muy original. Son las que más nos gustaron de todo Barcelona.
Patatas bravas con alioli espumoso y sofrito picante
La segunda tapa que probamos fue la de huevo a baja temperatura con anguila ahumada, mantequilla de trufa blanca y cecina. Simplemente espectacular, ¡no podéis iros de allí sin probarlo! La anguila ahumada tiene una textura crujiente, que contrasta con la suavidad del huevo.
Huevo a baja temperatura con anguila ahumada, mantequilla de trufa blanca y cecina
Además nos encantó la presentación de esta tapa, ya que está servido sobre un plato con forma de cáscara de huevo, y nos pareció muy original.
Por último, pedimos raya con patatas ratte guisadas, romescu, ajo negro y polvo de picada. También nos pareció una tapa original, con un conjunto de sabores nuevos que combinaba a la perfección.
Raya con patatas ratte guisadas, romescu, ajo negro y polvo de picada
En definitiva, os recomendamos probar este restaurante porque tiene una amplia carta de tapas muy ricas, con sabores y combinaciones que no solemos probar a diario, y a un precio asequible. ¡Si vas a Barcelona es un imprescindible!
Bon appétit!