Esta receta es obra del cocinillas, por que a mi en la vida se me habría ocurrido cocinar las hojas de las zanahorias, pese a ver que a nuestro querido Tas, un conejo belier que tuvimos hace unos años, los ojos le hacían chiribitas cada vez que le dábamos las zanahorias enteras. No dejaba ni una hojita.
Aunque me vendió muy bien la idea y en la nevera no quedaba mucho más, le hice buscar por internet si esas hojas verdes eran comestibles para los humanos. No es que no me fiara, pero por si las moscas una quiere estar segura de lo que come jeje.
Lo bueno es que acabamos descubriendo que, además de ser comestibles (que era el punto más importante) las hojas de zanahoria son muy nutritivas y ricas en proteínas, minerales y vitamina K. También contienen mucha clorofila que tiene propiedades depurativas de la sangre, los ganglios linfáticos y las glándulas suprarrenales, además de ser antisépticas y diuréticas. No está mal ¿verdad?
Así que con otras cuatro cosas que teníamos en la nevera acabamos preparando este revuelto. Estaba bueno, aunque los tallos que quedaron un poquito menos hechos tenían un sabor bastante fuerte y espacial, como a zanahoria muy muy concentrada y acabamos cansándonos un poco. Por cierto, no nos peguéis por las patatas, no teníamos nada más para acompañar al revuelto :(.
No ha entrado en nuestro listado de recetas favoritas, pero queríamos mostraros una buena opción para una cena rápida y para no desperdiciar una parte de la zanahoria tan rica en nutrientes. También descubrimos que lo usan en lugar del perejil o para hacer sopa de verduras, habrá que probarlo a ver qué tal :).
Ingredientes (para dos personas)
1 cebolleta
Un ramillete de hojas de zanahoria
100 gr. de bacon
4 huevos
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Preparación
Lava y trocea las hojas de zanahoria y la cebolleta, incluyendo gran parte de la zona verde del tallo. Reserva.
Corta el bacon en pequeñas tiras y reserva.
Pon una sartén a fuego medio-fuerte y añade un buen chorro de aceite. Cuando esté caliente añade la cebolleta y el bacon.
Cuando el bacon empiece a estar dorado, añade las hojas de zanahoria y deja que se hagan hasta que estén bien blandas.
Bate los huevos en un bol y añádelos a la sartén. Salpimienta y remueve con la ayuda de una espátula para que el huevo se mezcle con el resto de ingredientes. Una vez que esté cuajado, retira la sartén del fuego y sírvelo.