La publicación de hoy se trata de una especie de evolución de mi cocina, en el sentido de que por primera vez me atrevo a maridar un plato con su bebida. Es una creación atípica pero que fusiona dos recetas muy famosas, como son los revueltos y las migas. Así que os presento el Revuelto de migas de bacalao.
Este salto cualitativo gastronómico, en parte, lo he llevado a cabo porque me presento a un concurso de cocina de la mano de Bodegas Barbadillo. Una empresa que rinde homenaje a su vino estrella a través de la campaña #40AñosDandoenelBlanco. La dinámica era sencilla, elaborar una receta que se amoldara lo máximo posible a su vino blanco Castillo de San Diego.
Tras muchos intentos y estudios de cuál podría ser la mejor combinación y que no fuese la típica receta exclusivamente de pescado, llegué a la conclusión de que un Revuelto de migas de bacalao podría maridar a la perfección con este blanco.
INGREDIENTES:
1/4 de cebolla.
1/2 de pimiento rojo.
1 patata bien grande.
1 huevo.
100g de bacalao.
Pimienta.
Sal.Primero. Cortamos las patatas en tacos y las freímos, mientras cortamos el resto de los ingredientes de la misma forma. Luego ponemos a fuego lento, en otra sartén, tanto la cebolla como el pimiento rojo para que se nos vayan dorando.
Segundo. Cogemos el bacalao y lo desmenuzamos para que al unirlo con el resto de los ingredientes quede bien mezclado todo.
Tercero. Ahora es el momento de ensamblar todos los ingredientes. En la misma sartén donde estamos cocinando la cebolla y el pimiento, vertemos el bacalao y dejamos que se haga. A continuación, echamos las patatas y el huevo batido, previamente salpimentado. Removemos bien todo y lo retiramos del fuego. De esta forma ya tendremos lista nuestra receta para emplatar.
Puede parecer que no es una receta que case bien con el vino blanco de Bodegas Barbadillo, pero la realidad es muy distinta. Ese sabor final tan cítrico que aporta Castillo de San Diego crea como una película en la boca, que al entrar en contacto con este Revuelto de migas de bacalao (que no es dulce, pero que posee un tono más amable de sabor), le aporte esa chispa que termina transformándola y dotándola de algo más que una receta tradicional.
Así pues, me despido con ese nuevo lema de Bodegas Barbadillo, que se lo dedico a mis receter@s:
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Texto e Imágenes: PROPIAS
Fuente: este post proviene de Azúcar y Orégano - El recetario gastronómico 2.0, donde puedes consultar el contenido original.
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