Esta vez he cambiado los níscalos por una mezcla se setas en conserva que me han sorprendido por su sabor y textura.
Cremoso, con un arroz tierno pero firme y con una mezcla de sabores, el dulce de las pasas y el salado del queso, que la hacen irresistible.
Ingredientes
1 cebolleta.
360 grs de arroz de arborio
540 ml de caldo de pollo
50 grs de mantequilla200 gr de setas en conserva
50 gr de pasas de Corinto
Una nuez de mantequilla
150 grs de queso de tetilla
Sal
170 ml de vino blanco
Ponemos la mantequilla en una cazuela a derretir a fuego medio. Mientras pelamos la cebolleta y la cortamos en cuadraditos no muy gruesos (yo la rallo). La rehogamos en la mantequilla, removiendo con frecuencia para que no coja color.
Añadimos el arroz y rehogamos un minuto. Incorporamos el vino blanco y dejamos que evapore el alcohol. Vamos añadiendo poco a poco el caldo de pollo y removemos para evitar que el arroz se pegue. El caldo siempre se añadirá caliente y a medida que el arroz lo va necesitando. Removemos con frecuencia, especialmente durante los primeros 10 minutos de cocción para que el arroz desprenda su almidón. Lo cocemos durante unos 20 minutos.
En una sartén doramos las setas y las pasas con la nuez de mantequilla, removiendo con frecuencia para que no se hagan en exceso. Reservamos.
Cortamos el queso de tetilla en cubos, y los añadiremos al arroz una vez que este haya terminado de hacer. Por último incorporamos las setas y las pasas. Mezclamos bien los ingredientes para que el queso se funda con el calor dentro del arroz.
Servir caliente.