¡Hola a tod@s!
¿Qué tal vuestro fin de semana? Nosotras hemos aprovechado para salir, descansar y por supuesto ¡cocinar! Ibamos a comenzar la semana con una receta de pan dulce, pero no hay manera de conseguir que salga bien. Peeeero, como os podréis imaginar no hay ningún problema, tenemos plan B, C, D… Y nos hemos puesto manos a la obra con este fabuloso Risotto de Setas.
Siempre había pensado que era una receta muy complicada, pero estaba totalmente equivocada. Solo se necesitan 20 minutos, paciencia, buenos ingredientes… y la explicación perfecta claro :P. Lo principal, es que compréis el arroz adecuado, los típicos son el carnaroli o el arborio. ¡No os asustéis, que veo muchas caras de póker! Si vais al supermercado veréis que hay paquetitos de muchas marcas que directamente ponen ?para hacer risotto?, así que más fácil imposible. ¿Os contamos el resto de claves?
Ingredientes (para 2 personas)…
1 medida de arroz, de 1 vaso de 150 ml.
4 medidas de caldo de pollo, de 1 vaso de 150 ml.
200 gr. de setas naturales variadas (también pueden ser deshidratadas).
1 chalota.
75 ml. de vino blanco.
1 chorro de nata (crema de leche) líquida, aproximadamente 50 ml.
50 gr. de queso parmesano rallado (esta parte depende del gusto de cada uno).
1 chorro de aceite de oliva.
Con las manos en la masa…
En una sartén grande pochamos la chalota utilizando un buen chorro de aceite de oliva. También se puede usar mantequilla pero ya sabéis que a nosotras nos encantan los productos españoles y preferimos utilizarlos en este paso, ya le daremos ese toque de mantequilla al final :). Una vez que veamos que la chalota está en su punto, incorporamos las setas en trozos medianos. Dejamos que el conjunto se cocine.
Mientras tanto, ponemos el caldo de pollo en una cazuela al fuego para que se caliente. No hace falta que llegue a hervir. En este punto las setas estarán listas. Incorporamos, a la sartén, el arroz y removemos un par de minutos (no es necesario que se dore). Esto servirá para que durante la cocción posterior no se deshaga ni pierda la forma. Echamos el vino blanco y dejamos unos 2 minutos para que el conjunto se empape de sabor.
Ahora comienza la parte más delicada. Con el fuego suave, vamos echando al arroz cucharones del caldo caliente (si lo echamos frío cortaremos la cocción) sin dejar de remover suavemente. En el momento que el líquido incorporado se haya evaporado, vertemos otra cucharada y así sucesivamente hasta que el arroz este listo, aproximadamente unos 20 minutos.
Retiramos la sartén del fuego. Incorporamos la nata (crema de leche) líquida y la mantequilla. Removemos muy bien hasta que se integre todo perfectamente. El paso final: echamos el parmesano rallado, mezclamos y ¡a disfrutar!
Si os parece que se os ha quedado muy seco, podéis usar un poco más de nata (crema de leche) líquida.