Hoy receta con chocolate, y como no me conformaba con un tipo sabor he utilizado los tres para hacer estas rocas de chocolate, que se pueden hacer de muchas maneras, en mi caso he utilizado para cada sabor de chocolate un tipo de fruto seco, almendras, nueces y cacahuetes, pero hay muchas más combinaciones, podéis utilizar otros frutos secos como son las avellanas, pistachos, o incluso pipas, también añadirles cereales, como arroz inflado o copos de maíz, o frutas desecadas ya sea pasas, naranja, arándanos.. Ya veis que hay infinidad de combinaciones.
Ingredientes (Aproximadamente 27 rocas):
100 gramos de Chocolate Blanco
100 gramos de Chocolate con Leche
100 gramos de Chocolate Negro
60 gramos de Almendras en Palitos
60 gramos de Nueces Peladas
60 gramos de Cacahuetes Tostados
Preparación:
1. En una sartén sin nada de aceite tostamos nuestras almendras a fuego medio, moviéndolas de vez en cuanto para que no se nos quemen.
2. Trocemos las nueces y los cacahuetes a trozos no muy pequeños, por cada nuez me salían ocho trozos y por cada cacahuete cuatro.
3. Una vez tenemos nuestros frutos secos preparados, forramos una bandeja grande con papel de horno, y ahora sí vamos hacer nuestras rocas. Troceamos el chocolate blanco, añadimos a un bol, calentamos en el microondas durante un minuto, removemos con una lengua, agregamos la almendra en palitos tostada, mezclamos bien. Con ayuda de dos cucharas vamos haciendo montoncitos y colocándolos sobre la bandeja.
4. Repetimos el mismo proceso para el chocolate con leche, pero añadiéndole las nueces troceadas, y para el chocolate negro le añadiremos cacahuetes picados.
5. Una vez hemos acabado de hacer las rocas, metemos la bandeja en el frigorífico durante unas dos horas.
Consejos:
Para hacer estas rocas de chocolate, yo os he dejado estas cantidades podéis poner más o menos cantidad de fruto seco.
Y ahora que llega el buen tiempo es mejor que las conservéis en la nevera, por el contrario si las hacéis en invierno podéis conservarlas en cualquier cajita o bolsa en el armario.
Si queréis que vuestras rocas de chocolate queden algo más blanditas, una vez fundido el chocolate podéis añadirle una cucharadita de mantequilla o una cucharada de nata (crema de leche) líquida, así vuestras rocas quedarán más cremosas, pero no tan crujientes.
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