¿Qué madrileño no conoce las rosquillas de San Isidro? Ya sean las tontas, listas, de Santa Clara o las francesas, pues yo diría que pocos. Son unas rosquillas al horno con diferentes terminaciones que es en realidad lo que les da el nombre final.
La masa de todas ellas es la misma, así que podréis elegir cual terminación os gusta más, por eso os explico cual es la diferencia.
TONTAS: Son las más básicas, ya que son tal cual, sin ninguna terminación.
LISTAS: Están bañadas en un almíbar de limón y llevan después un glaseado de limón por encima.
SANTA CLARA: LLevan por encima un glaseado blanco muy espeso.
FRANCESAS: Antes del horneado se echa por encima almendra granulada y después frías se espolvorean con azúcar glas.
Cómo preparar las rosquillas de San Isidro:
Tostar el anís en grano, para ello echaremos el anís en un cazo o sartén bien caliente, apartar del fuego, dejar tostar unos segundos y machacar.
Montar con varillas los huevos y el azúcar hasta que espumen bien.
Añadir el aceite, el anís de Chinchón, los añises machacados y dejar un minuto para que se mezcle todo bien.
Cambiar a pala, si lo haceis con máquina e ir añadiendo la harina tamizada junto con la levadura, amasar durante 15 minutos.
Es una masa muy trabajada, si lo hacéis a mano deberéis moverlo con una cuchara de madera.
Dejar reposar la masa tapada durante media hora.
Untar la encimera y las manos con aceite para hacer las rosquillas.
Coger una porción, hacer una tira, darle forma de rosquilla e ir colocándola en la bandeja del horno que previamente habremos untado con aceite.
Pintar con huevo y hornear.
Sacar del horno y preparar el almíbar de limón.
Almíbar de limón:
Echar el azúcar y el agua en un cazo, dejar hervir hasta que se haya deshecho todo el azúcar, apartar del fuego y echar el zumo de limón.
Bañar por ambos lados las rosquillas en el almíbar aún caliente y dejar secar completamente sobre una rejilla antes de echar el glaseado de limón por encima.
Glaseado de Limón:
Espumar la clara con varillas un poco, añadir el zumo e ir echando el azúcar glas hasta que esté espeso como para que se sujete sobre la rosquilla.
Echar el colorante amarillo, puede ser líquido o gel, a gusto.
Repartir sin mucho cuidado el glaseado por encima y volver a dejar secar.
Una vez que esté bien seco el glaseado conservar en una lata o bolsa bien cerrada.
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