Estas Rosquilletas Valencianas son muy típicas de la Comunidad Valenciana, aunque mucho menos conocidas fuera de ellas que la paella.
Como son muy fáciles y están buenísimas como merienda os pongo la receta (como siempre, caseras están mucho mejores que las industriales).
Aunque yo las he hecho con la panificadora de Lidl (que para algo la compre, me viene genial para los amasados) igualmente se pueden hacer a mano sin mucho esfuerzo teniendo en cuenta que en ese caso hay que dejar la masa reposar tapada unas dos horas.
ROSQUILLETAS VALENCIANAS, RECETA
Para hacerlas necesitamos muy pocos ingredientes:
- 25 gramos de levadura fresca de panadería
- un poco de bicarbonato
- 400 gramos de harina
- 160 ml de agua
- 80 ml de aceite de oliva virgen extra
- opcional: pipas, sésamo, sal gorda...
En la cubeta de la panificadora ponemos el agua con la levadura desleída en ella, el aceite, el bicarbonato, la harina y la sal (en ese orden: líquidos primero).
He visto recetas con mayor cantidad de levadura, pero quedan demasiado esponjosas, así que os recomiendo añadir un poco de bicarbonato pero no más levadura fresca.
Escogemos el programa de amasado (en mi panificadora, la de Lidl, es el 6).
Se pueden hacer a mano sin ningún problema, ya que es una masa muy fácil de manejar. En ese caso una vez consigamos una masa uniforme la dejamos reposar tapada unas dos horas.
Una vez acabado el proceso vamos separando bolitas de la masa y las vamos estirando hasta darles formas de palitos del grosor que queramos.
Como la masa es muy poco pegajosa no es necesario embadurnar mucho la superficie de trabajo con harina o aceite.
Si lo que queréis son rosquilletas de pipas es el momento de añadir pipas peladas a la masa (o los que os apetezca: sésamo, un poco de pimentón,...).
Ponemos el horno a calentar arriba y abajo (en el programa que utilicéis para horneado de pan) a 180º.
Distribuimos las rosquilletas en la bandeja de horno sobre papel de hornear.
Si os gustan saladas es el momento de espolvorear sal gorda sobre ellas (para que se adhiera bien pintar las rosquilletas con agua y espolvorear la sal sobre ellas).
Metemos en el horno hasta que estén doradas.
Cuando las saquemos las dejamos enfriar sobre una rejilla (NO las metemos en ningún envase mientras están calientes porque se ablandarán).
Y ya están, unas rosquilletas caseras, con ingredientes naturales y muy muy ricas, hacerlas y ya me contaréis.
Están estupendas para las meriendas de los niños (desde luego, a los míos les encantan; desde que eran pequeños es uno de sus meriendas habituales). Son muy fáciles de comer mientras están jugando, así que probablemente a eso deben gran parte de su éxito.
Además admiten muchísimas variantes (por ejemplo, con queso o sobrasada).
En cualquiera de sus formas a mí me encantan (pero es que yo soy una dicta al pan, lo confieso: soy incapaz de resistirme ante cualquier tipo de pan, y para mí la dieta Dukan es mi versión del infierno).
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