Aunque me despedí del reto hasta septiembre, este mes y gracias a Sofía que ha descubierto que le encanta hacer pan, le propuse que hiciera las rosquilletas y con un poco de mi ayuda, el resultado ha sido genial. Nos las comimos todas como pipas de buenas que estaban. Yo tengo que reconocer que este verano estoy muy vaga y le dedico poco tiempo al blog, pero es que aquí en la playa y con tanta gente en casa, no nos queda tiempo para nada. Estas rosquilletas valen para tomarlas en vez de pan acompañando a las comidas o servirlas como un bocadito cubiertas por sobrasada, anchoas etc, etc.
Con esta receta participo en el Reto Tus recetas del mes de agosto. Para este reto he elegido la receta del blog Aquí se cuece jugando, "Rosquilletas de pipas".
Ingredientes:
400 gr de harina de fuerza
100 mililitros de aceite de girasol
150 mililitros de agua tibia
un sobre de levadura de panadería
50 gr de pipas de girasol
10 gr de sal
Preparación:
Primero la forma de hacerlo con thermomix.
Pesamos la harina y reservamos.
Precalentamos el horno a 200 grados centígrados.
Ponemos el agua en el vaso de la Thermomix, con el aceite y programamos 2 minutos a 37 grados en velocidad 2. Añadimos la mitad de la harina y la levadura y programamos 8 segundos en velocidad 6. Añadimos el resto de la harina y la sal y y amasamos en velocidad espiga durante 3 minutos.
Sacamos la masa del vaso, le añadimos las pipas y amasamos con las manos.
Ponemos la masa en un bol cubierto con un paño de cocina hasta que la masa doble su volumen.
Si lo hacemos de forma manual, ponemos todos los ingredientes excepto la sal y las pipas en un bol grande y amasamos con las manos, hasta que quede una masa uniforme. Añadimos la sal y las pipas y amasamos durante varios minutos mas, le damos forma de bola, la cubrimos con un paño y la dejamos reposar hasta que doble su volumen mas o menos hora y media.
Una vez que la masa ha doblado su volumen, cortamos pequeñas porciones de masa con las que haremos puritos finos mas o menos todos del mismo tamaño, los pintamos con huevo batido y cubrimos con más pipas de girasol.
Horneamos a 200 grados centígrados durante 10 minutos aproximadamente, hasta que estén dorados.