Una de las elaboraciones de la cocina que más satisfacciones da es hacer pan, bueno, hacer pan y que te salga bien. Éste es el primer pan que he hecho en mi vida y, la verdad, me ha salido de rechupete.
Necesitamos:
- 500 gramos de harina de fuerza (de trigo).
- 25 gramos (una pastilla) de levadura fresca.
- 1 cucharada de aceite de oliva (esto es opcional).
- 1 cucharadita de café (más o menos) de sal fina.
- 250 cl de agua para la masa.
- 500 cl de agua para el horno.
- 5 o 6 nueces (al gusto).
- Un puñado de pipas de girasol peladas.
- Un bol amplio de cristal o similar para hacer la mezcla.
- Un paño de cocina bien limpio.
- Un poco de suerte.
- Paciencia.
- Muchas ganas.
Manos a la masa.
En primer lugar, disponemos la harina en el bol y le añadimos las nueces, las pipas, el aceite de oliva y la sal y mezclamos bien utilizando un utensilio apropiado (yo uso una lengua de silicona).
Mientras tanto, calentamos los 250 cl de agua hasta que esté tibia (no caliente) para mejorar la fermentación y disolvemos bien en ella la levadura. Una vez disuelta, la agregamos a la harina a la que le habremos practicado un hueco en el centro para recibir este agua con levadura. Mezclamos poco a poco con la lengua de cocina.
Ahora viene lo divertido. Cuando la harina haya absorbido toda el agua, dejamos la lengua a un lado y metemos la mano (bien limpia) en la mezcla y empezamos a amasar hasta que la masa se despegue de la mano.
En ese punto, espolvoreamos algo de harina sobre la encimera de la cocina y ponemos en ella nuestra masa. Ahora comenzamos a amasar con energía, con ritmo, estiramos, recogemos, aplastamos, con las manos abiertas, con los puños. Así, durante 8 o 10 minutos,hasta que la masa esté perfectamente homogénea y elástica. También se nota porque se calienta ligeramente. Este paso es fundamental.
Damos forma de bola a la masa y la volvemos a depositar en el bol que habremos espolvoreado con algo de harina para que la masa no se pegue. Cubrimos bien con el paño y la dejamos reposar durante, aproximadamente, 30 a 45 minutos (esto depende de la temperatura ambiente) hasta que aumente su tamaño al doble más o menos. Ésta es la PRIMERA FERMENTACIÓN.
Una vez producida esa primera fermentación, volvemos a poner la masa sobre la encimera y, de nuevo, amasamos durante algunos minutos para bajar la masa y extraer el aire que queda atrapado por la fermentación de la levadura.
Cuando esté lista, le damos a la masa la forma que más nos guste, le practicamos dos o tres cortes con un cuchillo bien afilado sobre su superficie profundizando más o menos un tercio del grueso de la masa y la colocamos sobre un papel de horno encima de la bandeja de éste, pero fuera del horno. La cubrimos con el paño que habremos humedecido previamente (debe estar húmedo, no mojado). Dejamos reposar otros 30 a 45 minutos hasta que suba y doble su tamaño o más. Ésta es la SEGUNDA FERMENTACIÓN.
Ponemos a calentar el horno a unos 230º C en posición total, arriba y abajo.
Unos minutos antes de meter la masa en el horno, introducimos en él un recipiente apropiado con 500 cl de agua para que emita vapor y ayude a que la cocción del pan sea la apropiada.
Cuando la masa esté lista, retiramos el paño y la ponemos a hornear durante, aproximadamente, 35 a 45 minutos dependiendo de la potencia de nuestro horno. Ya sólo queda esperar mirando de vez en cuando. El pan estará hecho cuando la corteza adquiera el tono y la consistencia adecuados.
Sacamos el pan del horno y lo volvemos a cubrir durante unos minutos con un paño limpio y seco para que se atempere.
Lo podéis comer tal cual, sabe y huele de maravilla, también con mantequilla, o con miel; con queso fresco y mermelada, ...
¡¡¡ Buen provecho !!!
¿Hacéis pan vosotros? ¿Cómo lo hacéis? ¿Con qué ingredientes? Aportadnos vuestras recetas con vuestros comentarios.
GRACIAS.