Pues aprovechando los ingredientes de otoño he conseguido otro receta de temporada. Después del pan de castañas he preparado estos panecillos de boniato que hace tiempo tenía en mente. Los he completado con unas pipas de calabaza. Y el resultado ha sido estupendo, y además el boniato más que sabor a los panecillos lo que le da es una textura especial. Se mantienen tiernos varios días, y se pueden acompañar tanto con ingredientes dulces como salados. Lo que los convierte en unos panecillos todo terreno.
INGREDIENTES:
500 gr. de harina de fuerza
200 gr. de puré de boniato
300 ml. de agua
10 gr. de sal
12 gr. de levadura fresca de panadería
Pipas de calabaza peladas
PREPARACIÓN:
Metemos en un bol los boniatos lavados, tapamos con film transparente y metemos en el microondas a máxima potencia durante unos doce minutos. Sacamos, dejamos enfriar totalmente. Pelamos los boniatos y los machacamos con un tenedor para conseguir un puré. Vertemos en el bol de la amasadora el puré de boniato, añadimos la harina y la sal y mezclamos bien. Vamos añadiendo poco a poco el agua. Terminado de añadir el agua, añadiremos la levadura desmenuzada. Seguimos amasando durante unos diez minutos más. Sacamos del bol con cuidado y ponemos en otro bol aceitado la masa, que estará un poco más pegajosa de lo que acostumbran otras masas de pan. Tapamos con papel film el bol y dejamos que doble su volumen.
Una vez doblado el volumen de la masa (poco más de una hora en mi caso). Sacamos la masa y depositamos en la mesa enharinada. Dividimos la masa en porciones de unos 80 gr. (me salieron once), le damos forma de bollito redondo y dejamos sobre la bandeja de horno sobre papel de hornear. Tapamos con un paño húmedo y dejamos levar. En esta ocasión no tardaron más de 45 minutos. Mientras, calentamos el horno a 220º. Una vez levados los bollitos, pintamos con un poco de agua las pipas de calabaza y vamos poniendo sobre cada bollito. Introducimos en el horno, en el que habremos metido un bol con trapos mojados para que provoquen vapor, y horneamos durante unos 20 o 25 minutos. O hasta que los veamos dorados y al tocar en la base con los nudillos éste suene a hueco. Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Estos añadidos al pan me encantan porque con ellos se consigue otros matices en el pan que me encantan. Así que no dejéis de hacer el pan de castañas que os enseñaba hace unas semanas o estos panecillos. Los dos son aptos para principiantes en este mundillo del pan casero. Pero si vosotros ya sois expertos podéis añadirle masa madre, con ello la calidad del pan subirá muchos enteros.
Feliz fin de semana.
Lidia.