Hay días intensos, en los que una se acuesta molida con la sensación de no haber avanzado demasiado, y días intensos a la par que gratificantes en los que una se va a la cama igualmente molida pero con una sonrisa de oreja a oreja... Y a esos, precisamente, son a los que hay que dar oportunidades... Porque son estos días, junto con los necesarios descansos, los que enriquecen el alma...
El domingo, fue uno de esos días grandes en todos los sentidos... Pasamos gran parte del sábado consultando recetas por internet y nos volvimos un poco locos planificando nuestros próximos pinitos culinarios...
A la mañana siguiente, con lista en mano, nos fuimos de compras y volvimos a casa, ya por la tarde, cargaditos de DELICATESSEN y hierbas varias, que había que sacar adelante... Así que, estrenamos el delantal que llevaba unos cuantos meses esperando en el cajón y ¡nos lanzamos de lleno!...
Terminamos la jornada exhaustos pero con una nueva versión de TARTA DE MANZANA de libro, un QUICHÉ DE VERDURAS más que aceptable y poniendo en práctica los consejos de AHUMADO DE SALMÓN que me dio mi suegra en Navidad, complementados con pequeños toques de chef...
Poco a poco os iremos mostrando los resultados, pero hoy, quería hablaros del salmón, un pescado cuyo consumo está asociado a grandes beneficios para el corazón y sistema circulatorio gracias a su contenido de OMEGA-3…
En su versión ahumada, solemos recurrir al envasado… A mi me ocurría lo mismo, hasta que descubrí lo fácil que es el procedimiento de ahumado casero y lo que compensa, obtener, un producto, con un sabor mucho más natural, sin renunciar, a ahorrarnos de paso unos cuantos eurillos, que nunca viene mal…
Necesitamos dos lomos de salmón libre de espinas, podéis pedir al pescadero que os lo prepare para ahumar...
1/2 kg aproximadamente de sal ahumada preparada (que ya incorpora azúcar) o 9 cucharadas soperas de sal gorda por cada 6 cucharadas soperas de azúcar...
Un buen puñado de pimienta, aproximadamente lo equivalente a dos cucharaditas de café...
La ralladura de un limón hermoso...
Un buen puñado de eneldo preferiblemente fresco...
Simplemente, tenemos que mezclar todos los ingredientes anteriores en un bol...
A continuación, forramos la parte inferior de una bandeja (con cierta profundidad) con un capa de la mezcla (Aproximadamente 1/3 del total) y colocamos encima los lomos, con la piel hacia arriba...
Cubrimos la parte superior de los lomos con el resto de la mezcla (Aproximadamente 2/3 del total), pero antes, hacemos unas incisiones en la piel con un cúter...
Cubrimos con un film primero y luego con un paño y colocamos peso encima, mínimo 1 Kg sobre cada lomo... Podéis usar un par de brik de leche o ser tan brutos como nosotros y colocar dos pesas...
Dejamos reposar en el frigorífico entre 16-24 h...
Para finalizar, retiramos los lomos de la bandeja en cuyo fondo se habrá quedado acumulado una cantidad considerable de agua y aceite y los limpiamos bien bajo el grifo...
Secamos con cuidado y cortamos la carne en lonchas a gusto y si no las vamos a consumir inmediatamente, las ponemos en un recipiente cubiertas de aceite de girasol...
Se mantendrá en perfectas condiciones de conservación durante unas dos semanas aproximadamente...
Espero que la receta de hoy os haya gustado, que os animéis a ponerla en práctica y a darnos nuevas versiones...
¡FELIZ SEMANA Y SED FELICES!