La salsa boloñesa es una de las preparaciones más socorridas si tienes niños. Y si no tienes, también, para qué vamos a engañarnos. Ahora que estoy con mi #retovegano21dias (podéis seguirlo pulsando aquí), no quería pasar la oportunidad de probar la soja texturizada fina en mi receta de salsa boloñesa. Y el resultado ha sido espectacular. Os aseguro que si os pusiera delante este pastel de carne, o unos espaguetis boloñesa con soja texturizada no encontrarías la diferencia.
Pero, ¿por qué cambiar la carne?, os estaréis preguntando muchos. Sin meterme en razones éticas o morales (que cada uno es muy libre de pensar lo que quiera), hay razones muy objetivas: eliminamos grasas animales en la dieta y potenciamos las fuentes de proteína vegetal (nuestra salud nos lo agradecerá) y además es mucho más barato comprar soja que carne. 350 gr de soja texturizada fina (no transgénica) no llega a 2 (casi un euro más si la compras ecológica, como yo). Pero una vez hidratada la soja texturizada aumenta su tamaño tres veces. Es decir, que con 60 gr de soja texturizada en seco tienes una boloñesa para 4 personas. O lo que es lo mismo, que por 0,35 tienes el equivalente de lo que te gastabas en 500 gr de carne. Y si encima el sabor y la textura es el mismo, y los beneficios para tu salud son tantos… Además de conseguirla fácilmente por internet, en cualquier hipermercado podéis comprarla (por ejemplo en la zona de productos ecológicos o dietéticos de las grandes superficies), o en el herbolario de vuestro barrio. ¿Qué, os he convencido? Venga, animaos, no os vais a arrepentir.
Para hacer la salsa boloñesa necesitaréis:
60 gr de soja texturizada fina;
600 gr de tomate rallado natural o triturado;
100 gr de zanahoria;
100 gr de cebolla;
una rama de apio;
una rama de albahaca fresca;
70 gr de vino tinto o blanco;
nuez moscada;
pimienta negra molida;
una hoja de laurel;
50 gr de aceite de oliva virgen extra;
sal.
Para prepararla de forma tradicional:
1º. Antes de empezar con la receta, pon en un cuenco pon la soja texturizada cubierta de agua y reserva.
2º. En una sartén amplia, vierte el aceite y rehoga en él la cebolla, la zanahoria y el apio, limpios y cortados en dados pequeños. Ponle sal y pimienta negra molida a tu gusto y deja que se cocine hasta que la cebolla tome algo de color.
3º. Escurre bien el agua en el que tenías hidratando la soja texturizada (no hace falta que estrujes la soja) y añade la soja texturizada al sofrito. Mezcla bien con las verduras y deja que tome su sabor durante unos minutos. Transcurrido ese tiempo, añade el vino y deja que hierva durante dos minutos.
4º. Incorpora el tomate rallado natural o triturado (si usas de conserva), junto a las hojas de albahaca picadas, la nuez moscada, el laurel y un poco más de sal. Mezcla bien y deja que se haga el tomate, a fuego medio y moviendo de vez en cuando. Deberás cocinar la salsa durante unos 30 minutos, dependiendo del grado de maduración del tomate y del fuego. Notarás que está hecho cuando tenga una consistencia espesa y un color rojizo oscuro.
Si quieres hacer esta boloñesa en Thermomix o Monsieur Cuisine Plus, sigue los siguientes pasos:
1º. Pon la soja texturizada en un cuenco con agua caliente para que se hidrate.
2º. Añade al vaso de la Thermomix o MC Plus las verduras limpias y cortadas en cuartos. Tritura 5 segundos/velocidad 4. Abre el vaso y baja las verduras hacia las cuchillas. Añade la sal, la pimienta negra molida y el aceite de oliva virgen extra y programa 8 minutos/varoma (120º en MC Plus)/velocidad 1.
3º. Vacía el agua del cuenco en el que tenías la soja y añade esta al vaso. Programa 2 minutos/varoma (120º en MC Plus)/velocidad 1. Terminado el tiempo, añade el vino por el bocal y vuelve a programar otros dos minutos a la misma temperatura y velocidad.
4º. Incorpora el tomate rallado o triturado (si lo utilizas de conserva) junto al resto de ingredientes y programa 25 minutos/100º/velocidad 1. Pasado este tiempo, prueba la salsa. Si crees que la salsa aún necesita un poco más de tiempo programa 5 minutos más a la misma temperatura y velocidad.
Veréis qué rica está esta salsa. Podéis refrigerarla e incluso congelarla, como la boloñesa de carne, y emplearla para hacer lasaña, pastel de carne, espaguetis, berenjena o calabacín relleno…, lo que más os guste. Animaos a probarla y contadme qué os parece. Estaré encantada de leeros.
NOTA:
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