Siempre digo que es interesante tener a mano recetas básicas de salsas que se preparan rápido y le pueden dar un toque muy interesante a un plato muy sencillo. Unas patatas asadas, unas pechugas de pollo a la plancha, unas patatas fritas…son platos que podemos mejorar muchísimo si le añadimos una buena salsa. Como esta salsa de queso azul.
El queso azul es uno de mis preferidos. Es de esos que puedo comer hasta que me duela la barriga por comer demasiado (hasta me da vergüenza reconocer esto), no tengo límite. Sobre todo, si no es muy fuerte, en ese caso sí que puedo parar con facilidad.
La receta original puedes verla aquí y si quieres probar otras salsas de queso te invito a conocer mi salsa dos quesos.
Esta receta es ideal cuando queremos aprovechar algún queso que tenemos por la nevera que no nos ha gustado mucho. No tires nada y darle la oportunidad en forma de salsa.
INGREDIENTES de la salsa de queso azul:
Queso Roquefort: 125 gramos.
Vino tinto: 2 cucharadas.
Ajo: un diente.
Mostaza de Dijon: una cucharada.
Aceite de oliva virgen extra: 6 cucharadas.
Sal.
Valores nutricionales:
Calorías: 1213.
Hidratos de carbono: 3 gramos.
Grasas: 121 gramos.
Proteínas: 30 gramos.
Precio: 3,51€.
ELABORACIÓN:
Ponemos el queso en un bol y lo desmenuzamos. Pelamos el diente de ajo.
Ponemos en el vaso de la batidora el queso azul desmenuzado junto con el vinagre, el ajo, la mostaza, el vino, el aceite de oliva y la sal.
Batimos todo hasta que tengamos una crema. Si nos gusta más líquido, podemos añadir un poco más de aceite o un poco de leche.
Si vamos a utilizar la salsa de queso azul para acompañar un plato caliente, es mejor que la calentemos un poco poniéndola en un cazo a fuego lento hasta que se temple. Mientras la calentamos removeremos para que no se pegue y si vemos que queda demasiado pastosa añadimos un poco más de líquido (de nuevo, aceite, nata (crema de leche) o leche).