Hoy os traigo esta salsa pesto de pimientos rojos asados, que la calificaría como una salsa muy rica y está increíble, acompañar este pesto de pimientos rojos en la carne es lo más, que maravilla!!
Os tengo que decir que es la primera vez que la hacía y ahora se que no puede faltar en casa, es perfecta! Nada más verla en el canal cocina del programa "La cocina natural de Anabel" cogí papel y boli, apunte la receta tal cual, sin saltarme ningún paso y ningún ingrediente y ha sido un gran acierto!!
Me encanta el olor que deja en la cocina los pimientos asados y si su olor es agradable ya en el paladar es uno de mis sabores favoritos. Cuando ya tuve los pimientos fríos me dispuse a quitarles la piel y a trocearlos, viendo el recipiente donde estaban los pimientos me entraron unas ganas increíbles de comérmelos todos pero claro, estos pimientos no sólo eran para mí, sino para acompañar unas albóndigas deliciosas y no era plan de dejarlos al descubierto sin su salsa...
Ingredientes:
3 pimientos rojos medianos.
30 gr. de almendras sin piel.
2 dientes de ajos.
1 cucharadita de pimentón dulce.
1 cucharadita de perejil fresco picado.
1 cucharada de aceite de oliva.
Pimienta molida al gusto.
Sal.
Elaboración:
Precalentar el horno a 220º. Colocar los pimientos rojos en una bandeja apta para horno. Introducimos los pimientos al horno y lo dejamos unos 20 minutos, hasta que la piel de los pimientos empiece hacer burbujas y tengan un aspecto tostado.
Sacamos la bandeja de los pimientos del horno y lo tapamos con un paño, para dejarlos enfríar y poder quitarles la piel fácilmente.
En una sarten con un chorrito de aceite tostamos las almendras hasta que tengan un color ligeramente dorado. Añadimos el ajo y el pimentón dulce, lo dejamos que se dore un poco y lo apartamos. A mi me gusta hacerlo a fuego bajo, ya que el pimentón dulce se quema muy rápido y no es plan que amargue.
Lo vertemos en el vaso de la batidora, añadimos los pimientos rojos asados y le agregamos la sal y la pimienta molida al gusto. Lo trituramos todo muy bien y le añadimos la cucharadita de perejil fresco bien picado y lo removemos. Si queremos comerla caliente la vertemos en un recipiente apto para microondas y le damos un golpe de calor y lista!! pero os puedo decir que fría gana muchísimo!!!
Fuente: este post proviene de ¡ Aquí y Ahora!, donde puedes consultar el contenido original.
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