Antes de nada, ¡Feliz 2014!. Espero que hayáis empezado el año con buen pie.
Y, como supongo que estamos todos ya un poco agotados de cocinar y de comer... y todavía nos queda el día de Reyes, voy a traeros hoy un plato de lo más sencillo y delicioso. La única complicación que tiene es la de asar los pimientos, pero yo normalmente los tengo ya asados, como fondo de congelador, y sé que muchos de vosotros hacéis conserva de pimientos asados, así que ya tenemos la mayor parte del trabajo adelantado.
A mí me parece una delicia de plato, que sirve como entrante, primer plato, o cena (si no os resultan indigestos los pimientos, que hay quien los digiere regular).
Me vais a disculpar que no me enrolle mucho: son fechas complicadas (no pasa nada malo, sólo es falta de tiempo y unos cuantos jaleos que hay que ir resolviendo). Así que os dejo con este delicioso revuelto.
INGREDIENTES:
Huevos (yo suelo calcular uno por persona y añado uno o dos más, pero depende del tamaño... y del hambre, claro).
Pimientos asados, pelados, cortados en tiras, y rehogados con ajo picado, aceite de oliva y orégano. Pinchando AQUÍ podréis ver la forma de prepararlos. (Para 4 personas, yo pongo 2 pimientos grandecitos)
Opcional: queso Emmental rallado (u otro queso que funda bien: el de la foto es una mezcla de 4 quesos).
Sal y pimienta recién molida.
PREPARACIÓN:
Ponemos los pimientos en una sartén, y los calentamos durante 1-2 minutos.
Añadimos los huevos batidos y, en su caso, el queso, y removemos constantemente hasta que los huevos se cuajen. A mí me gusta que queden sequitos, pero cremosos, pero el punto del cuajado depende de nuestro gusto personal.
Y servimos inmediatamente, solos, o acompañados de tostaditas de pan.
Lo dicho: feliz año, y dentro de unos días podré publicar con más tranquilidad.
Un beso.-