Ingredientes:
Filetes de ternera -tapa, babilla...- (2)
Jamón serrano (100 gr)
Queso curado de oveja (100 gr)
Harina de trigo duro -o trigo normal-
Huevos (2)
Pan (200 gr)
Sal
Pimienta negra
Perejil fresco
Aceite de oliva neutro -si sabor- (200 ml)
Preparación:
Iguala los filetes y córtales los bordes.
Aplástalos con el lateral del cuchillo.
Salpimienta por ambas caras golpeando con el lateral del cuchillo para que la sal y la pimienta no se desprendan.
Pon jamón serrano cortado en trocitos sobre uno de ellos.
Pon trocitos de queso sobre el jamón.
Tapa con el otro filete presionando los bordes.
Pasa el pan por una máquina trituradora para conseguir pan rallado.
Prepara un plato o fuente con la harina, otro con los huevos batidos y otro con el pan rallado.
Embadurna los filetes rellenos de jamón y queso en la harina.
Pásalos por el huevo batido.
Reboza en el pan rallado apretando con las manos para que el pan quede bien prensado y no se suelte.
Prepara una sartén con el aceite y con el fuego medio-alto (7/10) y deja que se caliente. Puedes añadir una miga de pan y así podrás saber cuando empiece a freírse que la temperatura es la ideal para freír el san jacobo.
Introduce el san jacobo y fríelo un minuto por cada lado.
Sácalo sobre un papel de cocina.
Sirve.
Yo adorno con un poco de perejil fresco picado y lo he acompañado de unas patatas fritas y una ensalada de escarola aliñada con sal, pimienta molida, zumo de limón y aceite de oliva.
Notas:
Procura en todo momento que los bordes queden bien sellados.
Puedes congelar los san jacobos una vez hechos. Si congelas varios juntos, sepáralos con hojas de papel de horno para que no sean fáciles de separar una vez congelados.
He comprado filetes de babilla de ternera que al ser de la misma pieza de carne tienen la misma forma.
He cortado una parte de los filetes que era desigual para dejarlos parejos.
También corto los filos de los filetes que al freírse tienden a tensarse y encajen el filete. Salpimienta por los dos lados.
Pongo el jamón serrano sobre uno de los filetes. A mi me gusta ponerlo en trocitos para que sea más fácil de cortar a la hora de comer.
Pongo trozos de queso de oveja curado sobre los trozos de jamón.
Tapo con el otro filete. Procura siempre que los bordes queden cerrados.
Prefiero rebozar en harina de trigo duro mejor que de trigo normal.
Ahora se pasa por huevo batido. Procura en todo el proceso que los bordes queden sellados.
Si tienes una trituradora y un poco de pan, no lo dudes. Tus empanados quedarán mucho más ricos.
Simplemente por el aspecto puedes ver que con este pan rallado tus filetes quedarán mucho mejor que con un pan industrial.
Este pan no se adhiere tanto a los filetes como el que sueles comprar pero esto se soluciona muy fácilmente. Solo tienes que presionar un poco con las manos.
Fríe el san jacobo en abundante aceite. Este debe de ser de girasol o de oliva pero no debe tener sabor.
Acompaño en esta ocasión al san jacobo con unas patatas fritas y una ensalada de escarola.