Tras las entrada de los polos ligeros de yogur y frutas, en la entrada de hoy un helado para disfrutar, comiéndolo sin ningún tipo de conciencia ni remordimiento.
No, no es de esos que nos sirven para cuidar la línea... Pero, ¿acaso habríamos tenido un verano de 10 sin ese par de kilos de más? Lo dudo... Y, ¿qué sería de los meses de septiembre y octubre sin la vuelta a la normalidad y sin apuntarnos al gimnasio para bajar esos kilos y terminar abandonándolo porque definitivamente lo del deporte no es lo nuestro?
Así, de casualidad, se me debió caer un bote de mantequilla de cacahuete en la cesta de la compra... Y aún no sé por qué me dio por abrirlo en casa y comerme una cucharada (sería más correcto decir "varias cucharadas")... El caso es que, antes de que el nivel de mantequilla bajase misteriosamente, tenía que hacer algo con él. Y, dado el calor que hacía, ¡helado!
Por delante tenía la gran afrenta de convertir esta cremosa mantequilla de cacahuete salada en un dulce helado "extra cremoso". Al final, resultó mucho más fácil de lo que parecía y ni siquiera necesité añadir azúcar invertido (aunque podéis hacerlo si queréis) dada la untuosidad de la mezcla de la nata (crema de leche) con la mantequilla.
Las galletas mariñeiras de Daveiga, que están siendo la estrella de las cenas de tapeo en casa, me parecieron perfectas para completar este helado. Eso sí, al ser saladas, tenía que darles un toque dulce para equilibrar lo sabores del conjunto. Así que se me ocurrió bañarlas con chocolate y añadirles otros matices de naranja, canela, azúcar y cacahuete.
Para el helado:
- 500 ml. de nata (crema de leche) para montar (al menos 35% de materia grasa)
- 200 gr. de mantequilla de cacahuete
- 100 gr. de azúcar
- 50 ml. de miel
Para las galletas:
-Galletas mariñeiras Daivega
- Chocolate con leche
- Cacahuetes molidos
- Ralladura de naranja
- Canela molida
- Azúcar
Para preparar el helado:
Lo primero es mezclar la mantequilla de cacahuete con la nata (crema de leche) y, para ello, la mejor de forma de hacerlo es en caliente. Así que, pondremos ambos ingredientes en un cazo, junto con el azúcar y la miel, y los integraremos sin dejar que la mezcla llegue a hervir.
Iréis viendo como el resultado es un mezcla untuosa, ligeramente dulce, que a medida que va perdiendo temperatura va adquiriendo más consistencia.
Cuando esté fría será el momento de ponerlo en el bol de la heladera y ponerla en funcionamiento para mantecarlo.
Seguid las instrucciones de uso de vuestra heladera ya que no todas son iguales.
Verted el helado en una tarrina y conservadlo en el congelador hasta el momento en que vayáis a consumirlo.
Para las galletas:
Fundiremos el chocolate con leche en el microondas. Lo haremos a intervalos de 20 segundos, entre los cuales removeremos el chocolate para que no se queme.
Sobre cada galleta pondremos una cucharada de chocolate fundido, ralladura de naranja al gusto, un poco de cacahuete rallado y espolvorearemos azúcar y canela.
Calculad las cantidades en función de las galletas que vayáis a utilizar.
Otro de los descubrimientos del verano: los manteles antimanchas de Don Mantel. Una mancha como la de la foto se resuelve con la pasada de un paño y no queda ni rastro. Ni siquiera en este caso en que el helado tiene una importante cantidad de materia grasa.
Y, lo mejor es que tienen gran variedad de modelos... ¡Escoge el que más te guste!
¿Quieres probar con otras recetas de helado? No te pierdas todos los del blog AQUÍ.
Gracias por suscribirte, Un beso. Chus