Normalmente la carne que suelo preparar a la sal es cabeza de lomo de cerdo, pero en esta ocasión lo he hecho con un solomillo, queda muy rico y se prepara sin muchas complicaciones. Necesitamos;
1 solomillo de cerdo ( éste pesaba un kilo)
kilo y medio de sal (o aproximadamente la que necesitemos para cubrirlo)Para la salsa de roquefort:
Una cuña de unos 100 gr. de queso roquefort o queso azul
Un brick de nata (crema de leche) para cocinar
2 cucharadas de aceite de oliva
queso emmental rallado
nuez moscada
Para preparar el solomillo precalentamos el horno a 200º. En una bandeja de horno colocamos una "camita" de sal y ponemos encima el solomillo y lo cubrimos bien de sal. Yo la sal la pongo primero en un bol y la humedezco con un poco de agua para hacerla más manejable. Ponemos al horno durante 45- 50 minutos aproximadamente, depende del horno y del tamaño del solomillo, pero cuando veamos que se ha formado una costra dura con la sal ya podemos levantar un poco y echar un ojillo a la carne a ver si está hecha.
Para la salsa:
Ponemos a calentar en un cazo las dos cucharadas de aceite a fuego no muy fuerte, y echamos el queso en trozos y dejamos que se funda lentamente, removemos y echamos el emmental rallado, este queso le dará mas cremosidad a la salsa. Cuando el queso esté fundido agregamos el brick de nata (crema de leche) y un poco de nuez moscada rallada, removemos a menudo para que no se nos pegue, y cuando espese y evapore un poco el líquido ya la tenemos lista.