Hoy quería probar otra receta de este delicioso dulce que pudiera sorprenderle. Y pensando, me acordé de la receta "Strudel - Walnut and apricot, dill and cottage cheese, caramelized cabbage" que viene en el libro "Budapest Bites. Spicy & sweet hungarian home cooking" de Zsófia Mautner y la editorial Libri. Libro que me traje de mi viaje a Hungría este verano.
En su libro, Zsófia comenta que "Si estás en Hungría y tienes la oportunidad, no dejes de ver cómo se estira la masa del strudel. Dado que se trata de un trabajo delicado y que requiere mucho tiempo, hoy en día sólo las mujeres ancianas del pueblo siguen ocupándose de ello. En cualquier caso, se necesitan varios pares de manos, ya que un solo trozo de masa se estira fino hasta casi dejar ver a través de él, pero hay que tener cuidado de no romperlo. ¡La masa estirada tiene que llegar hasta las cuatro esquinas de una mesa enorme! El relleno puede ser cualquier cosa, desde el tradicional relleno de manzana, requesón, guinda o semillas de amapola hasta el más exótico relleno de calabaza y semillas de amapola o repollo rallado. Mi propio strudel de requesón y eneldo es fresco, ligero, salado y dulce a la vez, y el eneldo, la cáscara de limón y la vainilla forman un trío excelente y emocionante."
Los ingredientes que vamos a necesitar para 12 personas son:
Para la masa:
1 paquete de masa filo
Para el relleno:
500 g de requesón de alta calidad
100 g de azúcar glas
1 huevo
1/2 cucharadita de sal
1 limón
1 vaina de vainilla
1 cucharada de maicena
1 manojo grande de eneldo, finamente picado
Para el montaje:
50 g de mantequilla derretida
Para hornear:
1 huevo
2 cucharadas de azúcar glas
Para la presentación:
grosellas
azúcar glas
Hemos sustituido las semillas de una vaina de vainilla por 1/2 cucharadita de esencia de vainilla.
Preparación:
Vamos a preparar una bandeja de hornear con papel de horno y precalentamos el horno a 190°C con calor arriba y abajo.
Preparamos el relleno, para ello, mezclamos el requesón junto con el azúcar glas, el huevo, la sal, la piel de limón rallada, las semillas de vainilla o esencia de vainilla, en nuestro caso, y la maicena.
La maicena reducirá la humedad del requesón, dejando el relleno cremoso, pero fácil de cortar.
Deshojamos el eneldo arrancándolo de los tallos y lo picamos finamente. Lo agregamos a la mezcla anterior e integramos.
Derretimos la mantequilla en un cazo que ponemos al fuego. Sacamos el paquete de masa filo de la nevera. Un paquete normalmente contiene ocho o diez hojas y vamos a dividir las hojas de filo en dos porciones para hacer dos strudel.
Humedecemos un paño con agua. Sacamos la pasta filo del paquete y la envolvemos en el paño húmedo para evitar que se seque y se rompa en pedazos.
Ahora, vamos a colocar una hoja de masa filo sobre la superficie de trabajo donde hemos colocado papel de horno y pintamos la parte superior con la mantequilla derretida. Cogemos otra hoja de masa, la colocamos sobre la anterior y pintamos la parte superior con la mantequilla derretida. Repetimos la operación con un primer lote de cuatro o cinco hojas de masa.
Luego esparcimos la mitad del relleno de requesón sobre ella, doblamos por los dos lados y enrollamos. Colocamos sobre la bandeja de horno que tenemos preparada. Repetimos los mismos pasos con la otra mitad de las hojas de masa filo y el resto del relleno.
Cascamos un huevo y separamos la clara de la yema, introduciendo la yema en un bol, la batimos y pincelamos con ella los strudel. La clara de huevo se guarda en un tarro para otras elaboraciones. Yo suelo congelarlas y, cuando tengo ocho claras, hago un flan de claras de huevo que está buenísimo.
Para terminar, espolvoreamos con el azúcar glas, que formará una fina capa caramelizada.
Llevamos al horno y horneamos durante aproximadamente 30 minutos o hasta que la masa de los strudel esté dorada.
Presentación:
Lo servimos en una fuente y, para darle color, vamos a acompañarlo de grosellas. Para terminar, espolvoreamos azúcar glas.
Zsofía nos recomienda que es mejor cortar cuando esté tibio y servir.
¿Qué te parece esta receta? A nosotros nos ha sorprendido su sabor y aroma. La verdad es que nunca habíamos utilizado eneldo en una receta dulce y sorprende mucho. Te recomiendo que pruebes este dulce, te va a gustar.
Bon appétit!