La gelatina sin sabor, es un compuesto fabricado de la extracción de sustancias contenidas en hueso, piel, cartílago y pellejo animal, siendo los más comunes el res y el cerdo que, como su nombre lo indica, posee tanto sabor como color neutro, para así no afectar el gusto de las recetas en las que se utiliza. Sin embargo, aunque es muy barata, a veces es complicada de comprar u obtener, por lo que es importante contar con algunos sustitutos de la gelatina sin sabor al momento de cocinar.
Por su constitución, el sustituto más común para la grenetina es gelatina kosher, cada vez más popular en la gastronomía, que es simplemente la misma sustancia pero extraída de huesos y piel de pescado, lo que la hace más fácil de fabricar y obtener en el mercado. Si por el contrario, buscas más bien un sustituto que no provenga de algún animal, el más común es el agar-agar; un conocido agente gelificante para la comida que proviene de algunas algas cocinadas y prensadas. El mismo se vende en copos, polvo o barras, tal como la grenetina.
Aparte de estos sustitutos de la gelatina sin sabor, existen otro mucho menos comunes para nuestra gelatina sin sabor, como es el caso del Carrageen, un alga marina irlandesa que se utiliza sin procesar, agregada simplemente en agua en la que se deja hervir 10 minutos antes de ser retirada, soltando el gelificante en el agua. Otro sustituto en ciertas recetas es la lecitina de soja, más común en la cocina molecular por dar una textura de “aire gelatinoso”.