Porque sólo necesitamos tagliatelle (o cualquier otro tipo de pasta, preferiblemente larga), una lata de sardinas (preferiblemente en aceite de oliva virgen extra), pan del día anterior y otras cosillas de "fondo".
Este es de ese tipo de recetas que elaboras en un momento de rápida inspiración en un proceso que suele ser algo así:
Tengo hambre...
Tengo poco tiempo...
Abro nevera / despensa...
Encuentro:
Ingredientes (para dos personas):
Una lata de Sardinas en AOVE.
Tagliatelle.
Un diente de ajo.
Un chile rojo.
Estragón fresco.
Pipas de calabaza.
Pan del día anterior.
Sal y Pimienta negra.
Y al lío:
1.- Ponemos la pasta a cocer en abundante agua hirviendo con sal el tiempo que indique el fabricante.
2.- Mientras, en una sartén caliente incorporamos la mitad del AOVE de la lata de sardinas u otro que tengáis a mano (lo de usar el aceite de la lata es por aprovechar un aceite impregnado de sabor y, de paso, amortizar un poco de la inversión en una conserva que seguramente nos ha costado un poco más que otra. Añadimos el pan del día anterior desmigado para hacer un "crocante". Cuando el pan esté tostado y crujiente retiramos.
3.-Picamos el diente de ajo y el chile (con pepitas si quieres que pique, sin ellas para que pique menos). En la misma sartén añadimos el resto del AOVE de la lata de sardinas e incorporamos el ajo, cuando empiece a dorar, añadimos el chile y casi inmediatamente las sardinas de la lata.
4.- Movemos, rompemos las sardinas y añadimos la pasta cocida con una cuchara del líquido de cocción, un puñado de pipas de calabaza y el estragón picado.
5.- Removemos y emplatamos. Servimos por encima el pan tostado y, opcionalmente, queso rallado
Os dejo con un temazo de Zucchero, el Joe cocker italiano