Me he aficionado mucho al tajín en los últimos tiempos y ya tenía ganas de volver a utilizarlo. Además, hacía tiempo que me apetecía preparar algo con cordero y después de revisar recetas aquí y allá, di con una de Nigella Lawson que me gustó mucho. La modifiqué un poco, variando algunas cantidades, dando algo más de protagonismo a la granada y añadiendo algún ingrediente más, y resultó aún más exquisita de lo que me esperaba. Una auténtica joya de plato que está para chuparse los dedos. No dejéis de probarlo!
Para 3:
INGREDIENTES
600 gramos de carne de cordero en trozos (yo puse del muslo, pierna)
2 cebollas pequeñas
1 diente de ajo
1 trozo pequeño de jengibre (del tamaño de una avellana más o menos)
Aceite de oliva
1 cucharadita de canela
1 cucharadita de allspice (pimienta de Jamaica)
1 cucharadita de cúrcuma
1 cucharadita de comino (colmada)
1 cucharadita de jengibre seco molido
1/2 de cucharadita de pimienta negra molida
1/4 de cucharadita de pimienta cayena
200 gramos de dátiles (sin hueso)
180 ml de zumo de granada
180 ml de agua (a un poco menos)
1 cucharadita de menta seca
Un buen puñado de cilantro fresco
Sal
Un buen puñado de granos o semillas de granada
Un puñadito de pistachos
PREPARACIÓN
- Lo primero de todo es poner a calentar el tajín (sobre la placa difusora), ya que tarda un poco en calentarse. Mientras, salpimentamos el cordero ligeramente y lo doramos en una cacerola o sartén con un poco de aceite de oliva durante 1 o 2 minutos. Reservamos.
- Ponemos un poco de aceite en el plato del tajín (también se puede hacer en una cacerola) y cuando esté caliente doramos las cebollas y el ajo picados y el jengibre prensado (o también troceado finito).
- A continuación añadimos las especias: canela, cúrcuma, allspice, jengibre, comino, pimienta y cayena, y removemos bien.
- Añadimos entonces el cordero (más el jugo que haya soltado) y mezclamos.
- Después incorporamos los dátiles, el zumo de granada, el agua (no hace falta que sea toda, según veáis), la menta, el cilantro picado y un poco de sal. Removemos, tapamos y dejamos hasta que empiece a hervir (como el tajín va algo más lento al fuego, tardará más que en una cacerola normal. Unos diez minutos). Entonces lo bajamos un poco, si empieza a hervir fuerte, y lo dejamos entre 20 y 30 minutos. Vigilidad: pinchad o cortad un trozo de carne y así os aseguráis. Sería una pena que la carne quedara muy dura. A mí con el tiempo que tardó en empezar a hervir y casi 30 minutos me quedó con el punto perfecto.
Los últimos minutos lo podemos dejar destapado si vemos que aún queda mucho líquido.
Una vez listo lo retiramos del fuego y dejamos enfriar unos minutos para que se asiente la salsa y no queme demasiado. Añadimos granos de granada por encima y unos pistachos troceados, y servimos. Yo lo acompañé de bulgur hervido (me encanta), que mezclado con la salsa queda de lujo. La verdad es que estaba superior. Para relamerse de gusto! :)
Qué lo disfrutéis! J
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