Para su elaboración no es necesario el horno, se puede hacer perfectamente utilizando una base de galletas trituradas y mezcladas con mantequilla aunque en esta ocasión yo usé una base de bizcocho que tenía en casa. El resto de la receta es bastante fácil si seguís el paso a paso, difícilmente os saldrá mal. Así que no esperéis más, aquí tenéis una tarta que os quedará buenísima y con la qué podréis sorprender a vuestra familia y amigos.
INGREDIENTES:
1 base de bizcocho (o de galletas con mantequilla)
350 ml de nata (crema de leche) para montar (min. 35% M.G.)
360 gr de chocolate blanco para fundir
250 ml de leche
2 cucharadas de azúcar glas
5 hojas de gelatina neutra
Para decorar:
moras y menta fresca
ELABORACIÓN:
1. Colocamos la base de bizcocho en un molde desmontable de 24 cm de diámetro (es recomendable poner una lámina de papel de hornear entre el molde y la base). Si fuese necesario recortaremos los bordes del bizcocho para adaptarlo al molde. Si lo preferís, podéis sustituir el bizcocho por una base de galletas con mantequilla como la que utillicé para la mousse de turrón (ver aquí). Reservamos.
2. Ponemos a fuego suave un cazo con la leche y el chocolate en trocitos. Removemos hasta que el chocolate esté bien derretido e integrado. A continuación, agregamos una a una las hojas de gelatina previamente hidratadas (cinco minutos en agua fría) y escurridas. Damos algunas vueltas más para que la gelatina se disuelva. Retiramos del fuego y vertemos la mezcla en un bol amplio. Dejamos que pierda calor sin que llegue a cuajar ni a enfriarse de todo.
3. Mientras tanto vamos a montar la nata (crema de leche) con dos cucharadas de azúcar glas. Es importante que esté fría para que quede bien, de todos modos os dejo un enlace con algunos consejos para que no tengáis ningún problema a la hora de montarla (trucos para montar la nata (crema de leche) rápido y sin esfuerzo).
4. Cuando la mezcla de chocolate haya perdido suficiente calor añadiremos la nata montada (crema de leche). Lo haremos en tres veces, mezclando con moviemientos envolventes para que la nata (crema de leche) no pierda aire y quede esponjosa.
5. Vertemos sobre la base de bizcocho (o galletas) que habíamos resevado, alisamos la superficie si fuese necesario y llevamos a la nevera durante un mínimo de seis horas.
6. Una vez que la tarta haya cuajado vamos a desmoldarla, para ello despegamos el borde con ayuda de un cuchillo, a continuación, abrimos el molde y lo retiramos.
7. Ahora solo nos queda decorar. Colocamos las moras alrededor de la tarta y en el centro unas hojas de menta fresca.
¡Buen provecho!
Nos vemos en la siguiente publicación, mientras podéis encontrarme en mi página de Facebook , en Twitter, en Google +, Pinterest e Instagram.