Sé que a muchos de vosotros, como a mí, os encanta el chocolate. Y si también os gustan las fresas… ¡esta tarta de chocolate y fresas sin azúcar os va a encantar!
Id con ojo con las raciones, un corte de un par de dedos como mucho, que la masa brisa va cargadita de hidratos. Por eso es mejor que esta tarta la consumáis durante el desayuno, ya que así tendréis energía para todo el día y podréis deshaceros de los HC fácilmente.
Ingredientes:
1 lámina de masa brisa (comprada)
150gr de chocolate sin azúcar (en tableta, y si es para fundir mejor)
150ml de nata (crema de leche) para montar
Fresas
Pasos a seguir:
1. Precalentamos el horno a 150º.
2. Colocamos la masa sobre un molde rectangular. Puede pasaros que sea redonda, como la mía, y en ese caso pondremos el molde encima de la masa, y recortamos dejando un dedo de margen, como os enseño en la foto. ¡No tires lo que sobre! Puedes hacer saquitos de jamón y queso, por ejemplo La colocamos dentro con cuidado, ajustando las paredes con los dedos. Pinchamos toda la masa con un tenedor y la rellenamos con algo que pese para que no se infle en el horno (garbanzos, alubias, arroz…).
3. Horneamos en blanco la masa durante unos 15 min, hasta que se dore levemente, y la retiramos del horno sin sacarla del molde (va mejor tenerla ahí para manejarla).
4. En un cazo a fuego medio, ponemos la nata (crema de leche) hasta que empiece a hervir, bajamos el fuego y añadimos el chocolate troceado, removiendo hasta conseguir una crema homogénea. Vertimos la crema sobre la masa brisa y dejamos enfriar unos 15min.
5. Lavamos y cortamos las fresas verticalmente y las colocamos sobre la crema con cuidado. Podéis trocear las fresas como más os gusten, pero de esta manera se consiguen bocados más consistentes (se equilibra la cantidad de fresa y chocolate) y dura un día más en la nevera ya que la fresa no se oxida.
6. Guardamos en la nevera y dejamos enfriar durante un par de horas para que se asiente la crema.
7. Desmoldamos, ¡y listo!
Esta tarta de chocolate y fresas sin azúcar queda preciosa y riquísima, en mi casa ha volado! En la nevera dura bien unos tres días, yo no la dejaría más porque la masa se ablanda y las fresas se quedan feas. Lo ideal es comérsela el mismo día entre unas cuantas personas, ¡compartir es vivir!
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