Hoy es un día para celebrar, hace cuatro años que cobraba vida este blog. Un blog que cada día espero que sirva de inspiración en vuestras mesas. Que sea útil y didáctico, sin ser ningún manual de cocina. Sólo intento relatar mis experiencias en la cocina y haceros ver que esto de los fogones no es nada complicado. Que sólo hace falta tener ganas de cocinar para que nuestros platos sean un éxito, que en cocina nada es difícil, que si yo puedo todos podéis (podemos,,,,,y no se trata de una campaña electoral, je,je). A veces es difícil transmitir el sentimiento que me ha provocado realizar una receta, a veces también es difícil explicar como hacer algo sin que lo veáis, por lo que intento ser lo más llana posible en vocabulario, se que mucha gente de la que me sigue a diario no entiende de técnicas raras o de palabras extrajeras con las que nombrarlas, por lo que intento que mi cocina sea sencilla. A veces no sabéis que a lo mejor estas líneas las estoy escribiendo a las una de la madrugada o, que mientras desayuno estoy acabando mi entrada y eso puede provocar despistes en las recetas.....no es la primera vez que alguien me ha avisado de que había metido un bizcocho a hornear en la nevera o un helado a congelar en el horno.....y eso es lo que pasa precisamente cuando intentas compaginar tu vida cotidiana con la labor de escribir un blog. Son horas, incluso días, los que pasan desde que piensas una receta hasta que la ves publicada en el blog...algún día os enseñaré todo el proceso, aunque muchos de los que me seguís sois también blogueros y sabéis de qué hablo, ¿a que si?. No quiero extenderme mucho hoy, ya lo he hecho otros años, ya os he agradecido muchas veces el que estéis aquí, que me visitéis día a día, que me saquéis muchas sonrisas con vuestros comentarios... que queráis acompañarme en esta andadura y que hagáis posible que este blog siga día a día, si no tuviese público ya no estaría aquí, pero siento que estáis y eso me compensa las horas de desvelo con el blog......para todos vosotros es esta tarta con la celebrar este día tan especial.....
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INGREDIENTES:
Para el bizcocho (Victoria Sponge Cake):
225 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
225 gr. de azúcar
200 gr. de harina
25 gr. de Maicena
16 gr. de levadura química, tipo Royal
1 cucharadita de esencia de vaiilla
4 huevos tamaño L
4 cucharada de leche
Para el relleno:
Mermelada de fresa (la mía casera, receta aquí)
250 ml. de nata (crema de leche) para montar, minimo 35% M.G.)
100 gr. de azúcar glass
Para la cobertura de ganaché de chocolate con leche:
200 ml. de nata (crema de leche) para montar, mínimo 35% M.G.
150 gr. de chocolate con leche
Para la decoración:
2 tabletas de chocolate de cobertura
Cerezas
Arándanos
Almendras Suizas
PREPARACIÓN:
El día antes preparemos el bizcocho. El Victoria Sponge Cake es un pastel tradicional de la repostería británica. Tenéis más información sobre él en el post de Ana María, de donde he sacado la receta. Normalmente se hace con sólo dos capas de bizcocho, aunque yo hice la tarta de menos diámetro, en moldes de 15 cm. por lo que me salieron cuatro capas de bizcocho. Ponemos en un bol todos los ingredientes del bizcocho, menos la leche y batimos bien hasta integrar. Añadimos la leche y seguimos batiendo. Engrasamos dos moldes de 15 cm. de diámetro (podéis hacerlo en dos de 18 cm. así le restamos un poco de altura a la tarta, ya que queda muy alta, y si no estáis acostumbrados a trabajar con tartas tan altas os va a resultar más dificultoso). Horneamos, a 180º, dependiendo del molde, a molde más grande menos horneado, los míos tardaron 45 minutos. Sacamos y dejamos enfriar durante 15 minutos antes de desmoldar. Cuando haya pasado este tiempo desmoldamos y dejamos enfriar completamente. Metemos dentro de una bolsa de congelación y dejamos en la nevera toda la noche.
También prepararemos el ganaché. Para ello calentamos la nata (crema de leche) en un cazo, retiramos del fuego y le añadimos el chocolate con leche troceado. Removemos bien hasta derretir todo el chocolate. Dejamos enfriar, tapamos y metemos en el frigorífico hasta el día siguiente.
Por la mañana sacamos los bizcochos y los cortamos, cada uno en dos, con la ayuda de una lira o un cuchillo de sierra. Montamos la nata (crema de leche), con unas varillas eléctricas, añadiendo al final el azúcar glass. Procedemos al relleno, para ello añadimos una fina capa de mermelada de fresa sobre la primera capa, después añadimos una capa de nata montada (crema de leche) encima. Cubrimos con otra capa de bizcocho, procedemos a rellenar de igual forma, así hasta tres capas. Después cubrimos con la última capa de bizcocho. Llevamos al frigorífico para que endurezca (quizás sea el paso más complicado, ya que la nata (crema de leche) baila un poco dentro de tanta capa, pero si la hacéis más grande o prescindís de una de las capas tendréis menos problemas). Mientras, sacamos el ganaché de chocolate, ponemos en el bol de la batidora y montamos con las varillas. Sacamos la tarta de la nevera, cubrimos con el ganaché de chocolate (no hace falta hacerlo con mucho esmero y dejarla lisa, ya que vamos a cubrirla entera con el chocolate, por lo que bastará con que cubráis con una espátula). Metemos en el frigorífico.
Preparamos la cobertura de chocolate, otro paso, más que delicado, rápido. Para ello derretimos el chocolate al baño María o en el microondas, sin poner todo el chocolate. Un poco más de la mitad, y una vez derretido añadimos el resto de chocolate y removemos bien hasta derretir todo completamente. Ponemos una hoja de papel vegetal sobre una bandeja de horno (la mía de 40x35). Vertemos el chocolate sobre ella, cubriendo casi todo la capa de papel, extendiendo con una espátula para dejar el mismo grosor por todos lados. Metemos en el frigorífico durante unos diez minutos. Sacamos y empezamos a cortar en tiras de unos tres centímetros de anchura. Cada tira la cortamos en dos, y vamos cubriendo la tarta con ellas. Si vemos que el chocolate se calienta y nos resulta difícil cortar, volvemos a meter unos minutos en el frigorífico. Y después seguimos cortando. Si nos sobra algo de chocolate lo guardamos en un táper para otra elaboración.
Una vez hayamos cubierto todo la tarta, le añadiremos el topping. Lavamos bien las cerezas y los arándanos (podéis poner también frambuesas y fresas) y secamos, vamos disponiendo por encima de la tarta, cubriendo los huecos con las almendras suizas de chocolate blanco, chocolate con leche y chocolate negro (se comercializa así, de los tres chocolates). Metemos la tarta en el frigorífico hasta la hora de servir. Es un poco complicado el corte con el topping, por lo que quitaremos los frutos rojos y las almendras suizas, cortamos y después volvemos a decorar la porción de tarta.
Bueno, pues con esta tarta empezamos la celebración de estos cuatro años juntos.....espero que os guste.
Lidia.