Hacía mucho tiempo que tenía ganas de hacer una tarta de dulce de leche, porque si bien es cierto que he hecho casi de todo con este riquísimo dulce uruguayo-argentino, me faltaba hacer una tarta y lo que quería conseguir es que fuese similar a un cheesecake pero quería que el sabor predominante fuese el dulce de leche y por suerte, conseguí mi objetivo . No estaba muy segura del resultado final pero como el dulce de leche es difícil que falle, os confirmo que el resultado fue el esperado por mí. Es una tarta de esas que empiezas a comer y no puedes parar hasta que te la terminas o hasta que te la quitan de la vista, una de dos. Esto no me pasa con todas las tartas, pero hay tres o cuatro que consiguen sacar mi lado más débil y esta ha sido una de ellas.
Aprovechando además que tuve la suerte de recibir estos botes de dulce de leche Mardel, pensé que era el momento perfecto para intentar hacer ese cheesecake que tantas veces había imaginado. De hecho Mardel es una de las marcas que más consumimos en casa porque nos resulta increíblemente delicioso y en particular utilizo mucho el dulce de leche pastelero porque tiene la densidad perfecta para rellenar dulces como los Alfajores de maizena, para hacer el relleno de la Chocotorta argentina ó para hacer la tarta que os traigo hoy.
INGREDIENTES:
Para la base:
1 paquete de galletas con chocolate (yo utilicé Digestive)
80 gr. de mantequilla derretida
Para el relleno:
450 gr. de dulce de leche pastelero
375 gr. de queso para untar tipo Philadelphia
80 gr. de nata (crema de leche) 35% MG
1,5 cucharada de harina de maíz tipo Maizena
3 huevos
Para decorar:
200 ml. de nata (crema de leche) para montar (35% MG)
3 cucharadas de azúcar
Un poco de dulce de leche
bolitas ó fideos de chocolate
ELABORACIÓN:
Comenzaremos triturando las galletas en un procesador de alimentos ó metiéndolas en una bolsa y golpeándolas con ayuda de un rodillo. Deben quedar completamente molidas, como si se tratara de arena. Derretimos la mantequilla en el microondas y se la añadimos a las galletas trituradas. Mezclamos bien, hasta conseguir que la mantequilla se integre bien con las galletas molidas.
Precalentamos el horno a 140º C.
Forramos la base de un molde desmoldable con papel sulfurizado o papel de hornear para facilitar posteriormente el desmoldado de la tarta y colocamos la mezcla de galletas encima. Iremos distrubuyéndola por toda la base y un poquito por las paredes si te gusta así, presionando ligeramente para que quede compacta pero sin apretar demasiado, ya que de lo contrario conseguiríamos que la base de la tarta se convirtiese en un bloque demasiado duro y tendríamos después dificultades para cortar nuestra tarta. Reservamos en la nevera hasta que preparemos el relleno.
Continuamos ahora con la preparación del relleno de la tarta y para ello batimos los huevos con la maizena hasta que se integren, pero sin que lleguen a espumar porque no queremos que la tarta coja aire en la masa ya que de esta forma se nos podría rajar en el momento de la cocción o del enfriado.
Por otro lado batimos juntos el queso, el dulce de leche y la nata (crema de leche) batiendo igualmente, lo justo hasta que se integren.
Juntamos las dos mezclas con ayuda de una espátula y lo volcamos sobre el molde que teníamos reservado en la nevera.
Introducimos la tarta en el horno y dejaremos que se cocine durante 55 minutos aproximadamente.
Pasado ese tiempo, apagaremos el horno y dejaremos que la tarta termine de hacerse en el interior del horno durante una hora más, aproximadamente.
Sacamos la tarta del horno y dejaremos que se enfríe por completo.
Montamos la nata (crema de leche) con el azúcar y la esparcimos por toda la superficie de la tarta dándole la forma que más nos guste.
Metemos un poco de dulce de leche en el microondas durante pocos segundos, solo con el fin de que podamos echar un poco por encima de la tarta y formar algún dibujo con ella.
Podemos poner también fideos o bolitas de chocolate ya que el chocolate combina a la perfección con el dulce de leche.
ALGUNAS ACLARACIONES:
Para conservarla, lo mejor es que la guardes en la nevera.
Puedes sustituir la nata (crema de leche) de arriba por una ganache de chocolate. Yo no lo he probado, pero la próxima tarta de dulce de leche que haga, seguro que la cubriré con chocolate porque me resulta muy tentador