4 paquetes de galletas “Chiquilin”
Leche
Leche condensada
2 tabletas de chocolate blanco
Mermelada de fruta (yo escogí de albaricoque)
Almendra molida
Arándanos
Aceite de oliva
¿Cómo lo hacemos?
Cogemos seis galletas y colocamos un poco de mermelada en su dorso a modo de pegamento.
Las pegamos en el plato formando, así, nuestra base.
A continuación, y ayudándonos de un pincel de cocina, vamos a humedecer las galletas con leche.
Una vez hecho esto, pintamos con mermelada y añadimos una nueva capa de galleta (y así sucesivamente hasta formar una torre de galletas). A continuación, lo dejaremos en el congelador por dos horas.
Derretimos el chocolate blanco al baño maría y mezclamos con leche condensada (1/2 bote), y añadimos unas gotas de aceite de oliva a la mezcla (esto servirá para que el chocolate no se rompa al cortar la tarta).
Vertimos la mezcla sobre la tarta y nos aseguramos de que quede bien pintada y limpia, quitando con papel de cocina los excesos.
Añadimos la almendra molida rápidamente, ya que el chocolate se irá enfriando, y lo que queremos es que la almendra se quede pegada.
Finalmente colocamos unos arándanos a modo de adorno, y dejamos que repose en la nevera hasta la hora de servir.